La UE arrojó ayer un jarro de agua fría sobre el descafeinado plan B para el "Brexit" de la primera ministra británica, Theresa May. El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, anunció que Bruselas no tiene la menor intención de renegociar la cláusula de salvaguarda para Irlanda ("backstop"), la única propuesta hecha el lunes por May a los Comunes tras ser rechazado la pasada semana el Acuerdo de Salida.

La cláusula, diseñada para evitar la reintroducción de una frontera entre Irlanda y el Ulster, prevé que, una vez agotado el periodo de transición (31 de diciembre de 2020), Reino Unido permanezca en la unión aduanera, con el Ulster más alineado sobre el mercado único, hasta que se pacte un acuerdo sobre la futura relación bilateral.

Entre tanto, varias relevantes empresas anunciaron ayer el traslado de sus oficinas europeas fuera de Reino Unido. Entre ellas figura Sony, que se desplazará a Amsterdam.