Venta de armamento

EEUU vende misiles a Rabat para prevenir ataques terrestres en el Sáhara

El Pentágono justifica la venta a Marruecos como "aliado estratégico en el norte de África"

Marruecos avanza en el plan de rearmarse y fortalecer sus capacidades defensivas. El último paso que ha dado Rabat es la adquisición de 612 misiles antitanque y 200 lanzadores a Estados Unidos, uno de sus principales proveedores de armas junto a Israel. La venta, que está a expensas de la aprobación definitiva por parte del Congreso estadounidense, asciende a 240 millones de euros. Esta no es la primera colaboración militar entre Washington y Rabat, pues desde hace años comparten programas de formación y ejercicios militares conjuntos, como el African Lion, que se lleva a cabo cada año frente a las costas de Canarias. Este nuevo acuerdo es una muestra más de las buenas relaciones que mantienen ambas naciones, a las que no solo les unen lazos comerciales, sino también militares, consolidándose como aliados estratégicos en el norte de África. De fondo, en el contexto geopolítico de la región, se encuentra el conflicto con el Sáhara Occidental y las tensiones con Argelia, que históricamente ha dado soporte al Frente Polisario.

El Gobierno de Marruecos, según anunció la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés), solicitó la compra de 612 misiles Javelin FGM-148F, incluidos 12 misiles de prueba (fly to buy) y 200 unidades de lanzamiento de mando ligero, además de sus propios sistemas de simulación y apoyo, asistencia técnica y formación durante unos siete años. Los misiles Javelin que han tomado especial protagonismo en la guerra de Ucrania y cuentan con un alcance de entre 75 y 4.750 metros– son conocidos como fire and forget (disparar y olvidar), pues una vez lanzados no necesita un operador que lo guíe activamente hacia el objetivo. Es capaz de rastrear el objetivo durante el vuelo y reajusta su trayectoria para garantizar un impacto preciso, lo que permite al artillero ponerse a cubierto y evitar el contrafuego. La ojiva antitanque altamente explosiva del Javelin está pensada para atacar objetivos desde arriba para, en concreto, apuntar a las partes más vulnerables y donde el blindaje es más débil, que suelen ser en la parte superior. Los fabricantes principales de estas armas son Lockheed Martin, con sede en Florida, y RTX Corporation, en Arizona. 

Amistad longeva

La amistad entre ambos países es longeva y los negocios armamentísticos vienen de lejos. Ya en abril del año pasado, el Departamento de Estado estadounidense aprobó la venta de armas de lanzamiento a distancia de seguridad, lanzadores y sistemas de antimisiles, por 690 millones de euros. En agosto de 2022, el país norteafricano invirtió otros 130 millones de euros en seis sistemas de distribución de información táctica, apliques criptográficos, equipos de navegación de precisión y software no clasificado. Este material, apuntaba entonces la DSCA, serviría para ampliar la capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de Marruecos ante las amenazas actuales y futuras. Esta capacidad, explicaba en un comunicado, supone «un elemento disuasorio frente a las amenazas regionales y refuerza su autodefensa». Asimismo, destacaba el compromiso marroquí con «la modernización de sus fuerzas armadas». Así, en los últimos 20 meses, Marruecos ha invertido más de 1.000 millones de euros en la industria armamentística estadounidense.

La DSCA, ubicada en el Pentágono, justificó esta nueva venta alegando que Marruecos es un importante aliado no perteneciente a la OTAN y una fuerza clave para la estabilidad política y el progreso económico en el norte de África. Además, defendió que el envío de 600 misiles Javelin «no alterará el equilibrio militar básico en la región». Si bien esta compra de material bélico se produce en un momento en que las tensiones regionales van en aumento, especialmente en relación con el conflicto en el Sáhara Occidental. Marruecos reclama este territorio como propio y Argelia se posiciona junto al Frente Polisario, lo que intensifica las hostilidades entre los dos países vecinos. A esto se suman las tiranteces con Argel que provocó el giro histórico del Gobierno de España en su política sobre el Sáhara Occidental, al defender el plan de autonomía de Marruecos como el más «serio, realista y creíble».

Tensiones regionales

¿Qué potencia armamentística hay en el triángulo de tensión formado por España, Marruecos y Argelia? En 2023, Rabat asignó 10.600 millones de euros para gastos militares, y se prevé un aumento a 11.300 millones en 2024, lo que representa cerca del 9,6% de su Producto Interno Bruto (PIB). Por otro lado, Argelia experimentó un incremento significativo del 120% en su presupuesto militar en 2023, pasando de 9.300 millones en 2022 a 23.200 millones, lo que equivale al 15% de su PIB. Sin embargo, se espera una ligera disminución para 2024 después de este salto importante del año anterior. 

España destinó 12.827 millones de euros para Defensa en 2023, que representa un aumento notable del 26,3% en comparación con años anteriores. Ante los cambios en el contexto geopolítico causados por la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno de España planea aumentar en 1.000 millones de euros el gasto militar. Esta acción forma parte de los esfuerzos que el Ministerio de Defensa está llevando a cabo para mantener la hoja de ruta propuesta para llegar al 2% del PIB en el año 2029, que actualmente se sitúa en el 1,2%, para ajustarse a las exigencias de la OTAN.

Relaciones con Israel

Marruecos también recurre a Israel para engrosar su arsenal. Desde que, en diciembre de 2020, Rabat firmó los acuerdos de Abraham y anunció una «nueva era» en las relaciones con Israel, ambos países han estrechado su cooperación en materias como la defensa y la seguridad. El objetivo de este acercamiento, mediado por Estados Unidos, es aislar a Irán, considerado una amenaza por ambos países. A Marruecos le preocupa su apoyo a Argelia y al Frente Polisario; y a Israel le preocupa su influencia en la seguridad de la región y su respaldo a Hamás. Dentro de los acuerdos, Marruecos reconoció a Israel como un Estado, así como su derecho a ejercer la soberanía sobre el territorio y, el pasado verano, Israel reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.

Estos nuevos lazos van más allá de la diplomacia. Marruecos, en pleno proceso de rearme, adquirió en 2022 una amplia y moderna flota de drones de combate a la empresa de armamento Israel Aerospace Industries (IAI), de propiedad estatal. Compró drones de ataque conocidos como kamikaze por valor de 20 millones de euros, convirtiéndose en el primer acuerdo militar de esta naturaleza entre los dos países. Entre otros modelos, IAI fabrica el dron suicida Harop, un pequeño avión no tripulado con un radio de acción de más de 1.000 kilómetros, difícilmente detectable por radares y capaz de transportar más de 20 kilos de carga explosiva.

Suscríbete para seguir leyendo