Feligreses de Pruvia exigen el relevo inmediato del párroco: "Llegó hora y media tarde a un entierro y ya van muchas veces"

El Arzobispado asegura que el sacerdote sufrió un incidente, avisó para que le sustituyeran y pidió disculpas

Los asistentes a la manifestación para pedir la marcha del párroco, ante la iglesia de Pruvia

Los asistentes a la manifestación para pedir la marcha del párroco, ante la iglesia de Pruvia / L. P.

Revolución entre los fieles de la parroquia de Santiago de Pruvia. Varias decenas de vecinos se han manifestado con pancartas a mediodía de este domingo, a la hora en que estaba prevista la misa semanal, para exigir la marcha "inmediata" del párroco, Juan Carrio, ante los "incumplimientos constantes de sus obligaciones" que, como aseguran, están llevando al límite su paciencia.

El último episodio que lamentan los vecinos tuvo lugar el pasado jueves. La parroquia despedía a una de sus vecinas, pero tras una larga espera de más de hora y media, el párroco no acababa de aparecer. "El chico de la funeraria lo estuvo llamando desde las cuatro de la tarde y no le contestó", explica Yolanda Fernández, una de las asistentes al sepelio que finalmente acabó oficiando el párroco de La Fresneda, avisado también por el responsable de los servicios fúnebres ante la imposibilidad de contactar con Carrio.

"Fue bochornoso, hacía un día horrible de lluvia y frío, la gente estaba a la puerta de la iglesia con el féretro y las flores esparcidas por el suelo, muchos de los asistentes optaron por marcharse y los familiares de la difunta pasaron un rato muy malo", denuncian los parroquianos. El sacerdote apareció cuando ya se estaba llevando a cabo el entierro, alegando que había pinchado y que se había quedado sin batería en el teléfono móvil para avisar de su retraso. Una explicación que para los vecinos "ya no cuela, porque estas cosas ya han pasado varias veces".

Así, sostienen que se han dado casos de varios entierros sin funeral, en los que "el enterrador tuvo que hacer su trabajo sin un triste responso porque el cura no aparecía". E incluso se ha dado la circunstancia, sostienen los vecinos, de aniversarios a los que el sacerdote tampoco se habría presentado. "Encargué un cabo de año para un familiar y vino gente de toda Asturias y de Galicia. Nos cansamos de esperar y el cura no apareció, así que le dejamos una nota por debajo de la puerta de la sacristía. Nos llamó horas después para ofrecernos la misa otro día", lamenta Carmina López, antes de asegurar que "el día que me muera no me entierro aquí con este sacerdote".

El cartel anunciando la suspensión de la misa dominical en Santiago de Pruvia

El cartel anunciando la suspensión de la misa dominical en Santiago de Pruvia / L. P.

Los parroquianos se manifestaron ante el templo a la hora de la misa. El cura tampoco se presentó para oficiarla, tras colgar un anuncio en la puerta de la iglesia de Pruvia explicando que el oficio se había adelantado al sábado, y que quien deseara asistir a la misa dominical podría hacerlo en La Fresneda. En el comunicado también señala que próximamente se anunciará la vuelta a los horarios normales de la eucaristía, sin más explicación acerca de este cambio.

Para los fieles se trata de una muestra más de que "aquí hay un problema y hay que solucionarlo", como señalaba el presidente de la asociación de vecinos, Manuel Valcárcel, presente en la manifestación "por solidaridad con la parroquia, porque hay mucho malestar y queremos que las cosas se arreglen de la mejor manera posible". En este sentido, los vecinos aseguran que se han quejado ya ante el vicario, pero "no hemos tenido respuesta". "Lo que está claro es que parece que hay obligaciones que se están incumpliendo y a quien le corresponda tendrá que tomar medidas", insiste el presidente vecinal.

Los feligreses denuncian que en los últimos trece años en los que Juan Carrio ha sido su sacerdote se han vivido otras supuestas irregularidades, como el uso exclusivo que haría el párroco de una plaza de aparcamiento que "debería estar reservada a personas con movilidad reducida", o el hecho de que "sólo él tenga la llave de la iglesia y cuando llueve y hace frío no podemos cobijarnos hasta que llegue", señala Santiago Pérez.

El Arzobispado afirma que el sacerdote sufrió el día del funeral un incidente que retrasó su llegada. "Por otro lado, en cuanto se supo del retraso, el vicario de la zona llamó al sacerdote más cercano para que pudiera sustituirle, y éste acudió inmediatamente", sostienen los portavoces de la Iglesia consultados. "Es justo reconocer que, a pesar de aquel retraso, el sacerdote fue personalmente a pedir disculpas, lamentando la situación generada a causa de su incidente", añaden las mismas fuentes.