Llanera de ruta

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas

La localidad, una de las zonas rurales de mayor belleza del concejo, está situada a escasos minutos en coche de Posada y cuenta con parada de tren

Ferroñes tiene todo para los amantes de la vida en la zona rural. Y si algo se echa en falta o se necesita, todo queda cerca, pues la localidad de Llanera está a pocos minutos de Posada y cuenta con estación de tren que permite llegar a Oviedo en un cuarto de hora. Es este un lugar con mucha historia y territorio de matices que soprenden a quien se adentra en él para recorrerlo paseando, en una pequeña caminata que no tiene por qué llevar más de media hora, pero en la que puede consumirse mucho más si uno se detiene a charlar con vecinos que con amabilidad detallan pasado y presente de este punto que tiene mucho que ofrecer a la vista y, si es el caso, también al gusto. Residencia de artistas, sede de afamadas casas de comidas y remanso de paz y naturaleza en pleno centro de Asturias, el camino está lleno de propuestas para descubrir a cada paso.

Vista de Ferroñes.

Vista de Ferroñes. / P. T.

Hay diversos modos de llegar a Ferroñes, que limita con la parroquia corverana de Solís y con las llanerenses de Rondiella, Villardeveyo, Bonielles y Arlós. Una forma de acceder es ir en coche hasta Posada de Llanera, cruzar toda la avenida principal de la capital del concejo y seguir recto hasta dar con un desvío a la derecha que nos lleva hasta el Alto de La Miranda. Desde allí se toma dirección Ferroñes siguiendo los indicadores. El vehículo se puede dejar en la parte alta del pueblo, en la zona de las antiguas escuelas, o bien más abajo, cerca del restaurante Casa Luis, muy popular por su receta de callos. También hay espacio para estacionar junto a la iglesia de Santa Eulalia, uno de los atractivos de este paseo al tratarse de un templo rural de gran belleza, perfectamente integrado en el marco natural en el que se ubica y junto al que hay un tejo.

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas / P. Tamargo

Si elegimos hacer el trayecto descendiendo, la iglesia es uno de los puntos que nos sale a la derecha. Podemos tomar el desvío de un camino que se abre para llegar hasta el templo y verlo de cerca y disfrutar luego de contemplar su silueta desde más lejos, de vuelta al camino, donde se ofrece una panorámica de praderías, tractores y actividad agroganadera que se conserva en la localidad. Siguiendo la senda que traza la carretera el visitante se topa con una fuente-lavadero de 1926, un espacio restaurado y rodeado por una orginal estructura de piedra y metal. Junto a ella se ubica una de las modernas casas de la zona, en crecimiento residencial en los últimos años aunque el número de vecinos sigue sin ser abundante, circunstancia que forma parte en cierto modo de los encantos del lugar. Entre el vecindario se cuentan los artistas Duli García y Benjamín Menéndez, este último propietario de una de las casas que más llaman la atención en la localidad por su exterior de ladrillo y alguna hermosa obra que se integra en el exterior de la construcción.

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas / P. Tamargo

Hay algo que también sorprenderá al caminante y es que a lo largo de todo el trayecto no habrá casa que no cuente con un limonero. La presencia de este árbol en prácticamente todas las viviendas que van desde la iglesia de Santa Eulalia hasta Casa Luis tiene un relato que comienza hace aproximadamente medio siglo, aunque no se sabe con total exactitud en qué momento empezaron a ser tam comunes estos frutales en el lugar. Sí se conoce que los esquejes comenzaron a pasarse de unos vecinos a otros hasta que todos contaban con uno o más a la entrada de sus hogares.

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas

Un paseo por Ferroñes, remanso de naturaleza y paz, meca gastronómica e inspiración de artistas / P. Tamargo

José Manuel Elorrieta tiene en su casa varios limoneros y él fue uno de los vecinos que ha dado esquejes a otros a lo largo de los años. Tiene variedades como la "cuatro estaciones", que se denomina así porque tiene flores y frutos a lo largo de todo el año.

El camino, siempre recto, lleva a Casa Luis, en cuya parte trasera hay un aparcamiento desde el que a poco que se espere se ve llegar el tren entre el intenso verde de las praderías y desaparecer al poco en los túneles que pasan bajo el pueblo. Después, toca desandar el camino hacia arriba si es que el coche se ha dejado en la zona alta.

Detalle de un limonero de Ferroñes.

Detalle de un limonero de Ferroñes. / P. T.

Desde Ferroñes, con una cierta altitud respecto a otros puntos del concejo, se observan preciosas panorámicas del concejo y cerca está el mirador de Monteagudo, con magníficas vistas del valle de Noval y mobiliario para descansar o comer si el tiempo acompaña.