El restaurante de Llanera que se hace hueco en las guías Repsol y Tapas: estos son sus secretos

Albóndiga de centollo, cebollinas rellenas de bonito, la costilla de gochu asturcelta, piña y hierbabuena, o calamar de potera, entre las especialidades del establecimiento, en Posada

Una de las especialidades del establecimiento.

Una de las especialidades del establecimiento. / Gustatio

P. T.

Está a punto de cumplir dos años de vida y ya ha tomado posiciones en las guías gastronómicas que son referencia nacional. Se trata de Arraigo, en Posada, que aparece referenciado por primera vez en este 2024 en las guías Repsol y Tapas.

La Guía Repsol lo incluye en su apartado de “Recomendados” y explica que “este pequeño restaurante con un concepto de cocina abierta basa su filosofía en el respeto por la naturaleza, apoyándola con una huerta propia y productos locales”. De su cocina, destaca que “es creativa pero sin perder los sabores” y que “te hará disfrutar desde el primer plato hasta el postre, sin estridencias, pero con originalidad y saber hacer". Sobre el chef, Ángel Martínez de Marigorta, dice que cocina “poniendo en valor cada producto y cada bocado que te lleves a la boca”. Entre los platos que la guía de los soles subraya aparecen la albóndiga de centollo y su caldo, las cebollinas rellenas de bonito, la costilla de gochu asturcelta, piña y hierbabuena, el calamar de potera, caldo de cocido y cítrico, o el guiso de manitas deshuesadas, todos clásicos ya del establecimiento.

En lo que respecta a la Guía Tapas esta cita al local entre los 40 mejores restaurantes de la región. Subraya su “cocina de fondo, de la que obliga a pasar muchas horas en los fogones, de guisos gustosos y sabrosos”. Recuerda que “se encuentra en el mismo local que albergara antes La Corriquera y en el que mantienen la elegancia en el comedor y dos mesas a la entrada más independientes”. También vuelve a citar al chef, "un gran cocinero todavía desconocido para muchos en el Principado”, pero cuyas elaboraciones como la albóndiga de centollo y el calamar en caldo de garbanzos, además de la casquería, “no puedes dejar de probar”.