La Escuela de Música de Llanera, a por las tres décadas de vida con 14 disciplinas y 290 alumnos este año

El centro aún dispone de plazas para este curso y la matrícula está abierta

Llanera da la nota: casi 300 alumnos asisten a las clases de la Escuela Municipal de Música

Lucía Rodríguez

Lucía Rodríguez

A partir de las tres de la tarde, la Avenida Prudencio González de Posada de Llanera comienza a ser capital de la música del concejo. Es cuando empiezan a escucharse las primeras notas de instrumentos o melodías en la Escuela Municipal de Música, un referente de las emseñanzas de este tipo en Asturias y que, año tras año, mantiene una matrícula que ronda los 300 alumnos. Fundada en 1995, cuenta en la actualidad con nueve profesores que imparten las catorce disciplinas que oferta la escuela, que este curso escolar ha tenido en sus aulas a cerca de 290 alumnos.

A lo largo del mes de mayo, la escuela, una de las mejor dotadas de la región, mantuvo abierto el periodo de preinscripciones, pero aunque el plazo ya ha finalizado, con 70 solicitudes, el coordinador de Cultura, Antonio de Luis Solar, señala que "aún hay plazas libres y la matrícula está abierta". Canto clásico y moderno, bajo eléctrico, clarinete, conjunto coral, flauta, guitarra clásica y eléctrica, percusión y batería, teclado, saxofón, piano, lenguaje musical, acordeón cromático y diatónico, y música y movimiento son las especialidades que se llevan ofreciendo durante los últimos años.

Esta última, a cargo de la docente Ana Fernández, va dirigida a los más pequeños, de edades comprendidas entre los 4 y los 7 años. "Con la música trabajan muchas cosas, sobre todo desde la parte vivencial", explica. Y es que el ritmo forma parte de la naturaleza del ser humano y "a través de la experimentación y de los diferentes compases sentamos la base de todos los conceptos que van a aprender en el siguiente paso, con el lenguaje musical, y antes de comenzar a tocar un instrumento". De esto sabe mucho Agustín Cobo, profesor de lo que antiguamente se denominaba solfeo. "En lenguaje musical trabajamos básicamente la teoría", indica. Por suerte, las cosas han evolucionado mucho y "en la actualidad, las clases son mucho más amenas, divertidas y visuales", destaca.

Piano, guitarra y acordeón son los instrumentos más demandados en los útimos años, aunque la batería está ganando cada vez más adeptos. Uno de los alumnos es Javier González, opositor de 22 años, que retomó sus clases hace cuatro años. "Empecé de pequeño con el acordeón y luego lo dejé, hasta que finalmente me decanté por la perscusión", comenta.

La tendencia de los últimos años es un auge de alumnos en edad adulta. "Son personas que se han jubilado y ahora tienen más tiempo o que deciden retomar su formación musical", apunta el coordinador de Cultura. Y es que "la idea de la escuela de música como un centro con solo alumnos jóvenes ha desaparecido". "Aquí hay desde los 4 años hasta los que superan los 80", añade.

El día 20 ofrecerán un concierto de fin de curso, a partir de las 19.00 horas, en el Espacio Escénico Plaza de La Habana, con un reto marcado: "Conseguir algún día poder impartir clases de viento metal con instrumentos como trompeta, trombón o tuba", concluye De Luis Solar.