Oviedo, M. J. I.

La venta de ostras cultivadas en la ría del Eo mantiene los niveles del verano anterior, según indicaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA los responsables de la empresa Acuicultura del Eo, la única de Asturias que se dedica a la producción de los bivalvos.

Nuria Núñez, responsable de marketing, indica que aunque siguen enviando buena parte de la producción a Francia, tienen intención de aumentar considerablemente las ventas en Asturias y en el resto de España. La producción anual de ostras es de 55 toneladas. Recientemente, la empresa también ha puesto en marcha una web para vender a particulares. Nuñez matiza que las ostras, igual que otros mariscos, viven su mejor momento en el verano. «Se ponen algo lechosas y no están tan buenas como en otros meses».

La historia de la producción de ostras en la parte asturiana de la ría del Eo se remonta al año 1985. La Consejería de Agricultura y Pesca implantó entonces un programa de ordenación de las concesiones para la acuicultura y el Gobierno del Principado declaró la ensenada de La Linera como zona de interés para cultivos marinos. En la desembocadura se cultiva desde entonces «Crassostrea giga». Se la conoce como ostra japonesa, portuguesa, honda o simplemente ostión.

La especie no es la más cotizada por los consumidores españoles, que prefieren la plana -«Ostrea eduli»-, un molusco autóctono de la ría que desapareció de sus aguas en los años setenta por la presencia de un parásito en el estuario.

Esta clase de ostras, reconocibles por su forma aplanada, se crían ahora en la vertiente gallega. Las ostras que engordan en el criadero de Castropol llegan de Francia, de la zona de Arcachón. Toda la costa oeste, desde el País Vasco francés hasta Bretaña, está considerada un paraíso para los moluscos, que pueden encontrarse en la carta de cualquier restaurante.