Luis Rodríguez (Moreda, 1975) disfruta de sus discos favoritos como todo quisque y como ordena la lógica: le traen recuerdos amables y momentos de satisfacción al escuchar sus canciones, pero también los observa y escucha desde el punto de vista del músico. El guitarrista y bajista comienza con un álbum de finales de la década de los noventa con una de esas bandas del movimiento (aceptemos movimiento) del elaborado pop con sintetizador, o así. Inicia sus favoritos con "69 Love songs", de "The Magnetic Fields", un disco fronterizo en el tiempo; es decir, se parió en 1999 pero llegó a los mercados de por aquí en el año 2000, haciendo despertar muchas pasiones. Digamos que es una obra muy considerada y considerable de Stephin Merritt y que al guitarrista de "León Benavente" le llega al alma y le alegra el oído cuando lo escucha.
De pronto hace un viaje hacia 1969 para evocar una obra maestra, "Hot rats", de Frank Zappa, que ratifica lo dicho líneas atrás sobre el disfrute y la mirada del músico: "Es uno de esos discos con los que, además de disfrutar, aprendes mucho". El siguiente paso tiene que ver con la música que se fija en la memoria de cada cual, piezas y álbumes que se hacen inseparables, como la banda sonora de "Jesus Christ Superstar".
Rápido se da un paseo por el indie para enlazar con el rock en su versión más exigente en cuanto a decibelios, técnica instrumental y vocal. Lo hace con dos representantes de primer nivel, "Motörhead" y "Iron Maiden". Y, claro, no falta el talento de casa, el de "Ilegales", con uno de sus discos de postín, "Regreso al sexo químicamente puro". Para terminar en donde se acostumbra habitualmente, en los años sesenta, y, en este caso, con "The Beatles" y una de sus joyas, "Rubber soul". "Necesitaría muchas palabras para hablar de este disco. 'The Beatles' consiguen hacerme escuchar la música de otra forma", sentencia.
Es el "top diez" del componente de "León Benavente" (grupo, por cierto, que tiene una muy buena cosecha de canciones, conciertos y aplausos de crítica y público), un "Top diez" que Luis Rodríguez desvela a los lectores de LA NUEVA ESPAÑA y en el que se presenta un viaje musical por épocas bien distintas y por estilos dispares. Una lista de reproducción para añadir en cualquier colección de discos y repasarla a menudo para que no se diluyan el efecto y la sensación placentera que genera.
