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Barrer para casa

"Colón tuvo suerte con los huracanes"

"En verano en Asturias llueve siete días al mes pero también hay pocas jornadas despejadas y para el turista entra en juego la suerte de que pueda encadenar tres o cuatro días buenos"

Manuel Antonio Mora, en la sede de la AEMET en Oviedo. LUISMA MURIAS

Manuel Antonio Mora, nacido en Madrid hace 50 años, es meteorólogo y doctor en Ciencias Físicas. Desde 2012 es delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Asturias.

- "Irma" obliga a hablar de huracanes.

-El término huracán se refiere a los ciclones tropicales que se producen en la zona del Caribe y el Golfo de México, el Atlántico Norte en su parte occidental y el Pacífico Norte en su parte central y oriental. Existen ciclones tropicales en otros lugares, siempre en mares cálidos y con temperaturas superiores a los 26 grados, que se denominan con otros nombres, como tifones. Un ciclón tropical es una gigantesca máquina térmica, extrae su energía de los mares cálidos, donde se produce una fuerte evaporación y la condensación posterior forma grandes nubes de tormenta liberando gran cantidad de calor. Esa energía equivale a la generada por miles de centrales nucleares, es incontrolable y se transforma en fuertes vientos, intensas precipitaciones y mareas ciclónicas.

- ¿Cuándo hablamos de huracán y cuándo de depresión o tormenta?

-Cuando la velocidad de los vientos asociados a estas perturbaciones son inferiores a 63 kilómetros por hora es una depresión tropical. Por encima es una tormenta tropical y se le asigna un nombre para hacer una vigilancia. Si los vientos sostenidos alcanzan los 120 kilómetros por hora es un huracán. La velocidad de esos vientos se categoriza hasta el máximo, cinco, con vientos sostenidos de más de 250 kilómetros por hora.

- Ésa es la categoría de "Irma".

-Sí. El promedio habitual es que haya entre diez y doce tormentas tropicales en esta zona del Caribe y el Golfo de México cada año. Llegan a huracán, aproximadamente, la mitad. Uno o dos por año tienen la categoría tres, con vientos superiores a 178 kilómetros por hora. Este año, "José" es la décima depresión tropical o huracán.

- ¿Estaríamos en el promedio?

-Sí, aunque la temporada de huracanes en esta zona va del 1 de junio al 30 de noviembre. En 2016 hubo quince tormentas tropicales, de las que siete alcanzaron la categoría de huracán, cuatro de ellos de categoría tres o superior. En 2005 hubo treinta y una tormentas tropicales, quince de ellas huracanes, entre ellos el "Katrina".

- Estamos en el promedio para todo el año, pero en mitad de temporada.

-La época más activa ya pasó entre finales de agosto e inicios de septiembre.

- ¿España está libre de huracanes?

-No del todo. La vida media de un huracán es una semana, debilitándose gradualmente hasta perder las características de ciclón. La mayoría inicia su desarrollo en las costas de África, desplazándose como tormentas con cierto grado de organización en el seno de la circulación general de estas latitudes, es decir, los alisios. Pero su curso natural puede desviarse y el huracán ser engullido por la circulación del oeste de latitudes medias, llegando a Europa, muy debilitado. En 2005, "Vince", que llegó a ser un huracán de categoría uno, se formó en las cercanías de las islas Azores y llegó al sureste peninsular muy debilitado. Es el huracán formado más al este del Atlántico y se podría considerar el primero en llegar a la Península.

- ¿Cómo les ponen el nombre a las tormentas tropicales?

-En cada zona es diferente. En el Caribe y el Golfo de México, desde 1953 se bautizaron con nombres femeninos. Desde 1979 se alternan masculinos y femeninos, españoles y anglosajones. Hay seis listas predefinidas de nombres anuales por orden alfabético, aunque para las tormentas especialmente relevantes o muy destructivas se propone la retirada para que quede identificado ese huracán. La lista empieza cada año por la letra "A", masculino o femenino alternativamente. Cada nombre comienza con una letra del alfabeto. No se seleccionan la "Q" o la "U", el listado es de 21 nombres. Generalmente es suficiente, pero en 2005, un año de extraordinaria actividad, se continuó con letras del alfabeto griego.

- Da la sensación de que los fenómenos meteorológicos se han extremado.

-Es difícil de decir, ya que ahora hay más seguimiento, más repercusión en los medios, las redes sociales? El registro preciso con datos meteorológicos no va más allá de mediados del siglo XIX y sólo en algunos lugares. Se estima que entre 1886 y 1998 hubo unos 566 huracanes, de los cuales casi un 5%, en concreto 22, llegó a ser categoría cinco. Parece que hay un aumento en intensidad y duración de los ciclones tropicales desde 1970. Pero hay huracanes en el Caribe y el Golfo de México desde hace miles de años. Cristóbal Colón llegó un 12 de octubre a la isla La Española, teóricamente en plena temporada de huracanes. Tuvo suerte de no encontrarse ninguno.

- Colón fue afortunado.

-En su cuarto viaje, en 1502, parte de la flota española se hundió por un huracán, pero en 1492 la meteorología fue benévola para la historia de nuestro país. No lo fue tanto en el verano de 1588. En junio, un fuerte temporal acabó con buena parte de las naves de la Armada Invencible, en su asedio a Inglaterra. No son frecuentes temporales atlánticos tan intensos en esas fechas. Aunque no toda la culpa del desastre se debió a este temporal, el curso de la historia hubiera sido muy diferente. Los daños que sufrimos ahora no son comparables a los de siglos pasados, cuando una tormenta les alcanzaba totalmente por sorpresa y sin infraestructuras adecuadas. En las tormentas tropicales, no sólo el viento causa daños. Tras "Harvey" hubo lluvias torrenciales y extraordinarias y hay fenómenos de subida y bajada súbita del nivel del mar (mareas ciclónicas), con olas que se adentran muchos kilómetros.

- ¿Parecido a los tsunamis?

-Los tsunami tienen su origen en un terremoto: el movimiento sísmico origina olas enormes que se desplazan con gran rapidez. En la marea ciclónica es menos brusco pero con la subida del nivel del mar, de varios metros, inunda las zonas costeras penetrando bastante distancia. Las mareas ciclónicas causan más víctimas a nivel mundial que las lluvias o el viento asociado a los huracanes.

- En Asturias llevamos años raros. Inviernos con lluvias continuas, veranos fríos? ¿Es por el cambio climático?

-El cambio climático es una evidencia fuera de duda. En los últimos 150 años se ha producido una subida global de temperatura en atmósfera y océanos que ha provocado la fusión de los hielos permanentes y la elevación del nivel del mar. Está constatado, como el incremento de gases de efecto invernadero. La duda es si el calentamiento es natural o forzado por los gases de efecto invernadero liberados por la actividad humana.

- ¿Hay datos que nos saquen de la duda?

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en el que participan más de 2.000 científicos, afirma que el calentamiento es inequívoco y la actividad humana está en el origen con una probabilidad del 95%. La emisión de gases de efecto invernadero por actividades humanas contribuye al calentamiento global en mucho mayor grado que la debida a factores naturales o la variabilidad del clima.

- Vamos, que al 95% es culpa nuestra.

-Efectivamente.

- ¿Y Asturias?

-El ascenso sostenido de temperaturas a nivel global se refleja en Asturias. Para cualquier estudio hay que tomar un período largo: una media de 30 años. En Asturias hay registros desde 1851 cuando el observatorio estaba en el edificio histórico de la Universidad. Es la tercera serie más larga de España y continúa con datos en la actualidad. Son datos en el casco histórico, con otros instrumentos y normas de observación. Desde 1972 tenemos datos desde el Cristo.

- ¿Son comparables?

-En estudios preliminares hemos observado que la temperatura media ha aumentado en unos dos grados. A nivel global, el IPCC apunta a un incremento de temperatura de 0,85 grados desde 1880, en una horquilla entre 0,65 y 1,06 grados centígrados. En colaboración con la Universidad de Oviedo hay un proyecto para depurar estos datos y reconstruir las lagunas de esta serie. También estamos considerando la posibilidad de retomar las observaciones en el torreón del edificio histórico de la Universidad, donde estuvo el observatorio hasta 1958, lo que posibilitaría la consideración de este observatorio como "observatorio centenario de la Organización Meteorológica Mundial", aunque los requisitos son muy exigentes. Hay sesenta observatorios en el mundo de esta categoría; cuatro de ellos españoles, el más antiguo en el parque de El Retiro en Madrid, de 1893.

- Si se confirman los dos grados, es mucho.

-Con datos más recientes, de los observatorios del aeropuerto y de Oviedo, se ve una tendencia no muy marcada a un incremento de temperatura en línea con lo que se observa a nivel global. En Oviedo los tres últimos años han sido muy cálidos, y éste parece que seguirá esa tendencia. Hay que remontarse a 1993 para encontrar un año más frío de lo habitual. Desde entonces, han sido todos años normales, cálidos o muy cálidos, lo que indica una tendencia muy clara.

- ¿Y la lluvia?

-Es muy variable. En Oviedo, desde 1972, el año 2011 fue el segundo más seco: no llegamos a 800 milímetros. Lo habitual son 960. En 2013 se batió el récord de lluvia desde 1962, con 1.352 milímetros, un valor elevadísimo. No hay una tendencia definida ni siquiera en el número de días lluviosos.

- ¿Las precipitaciones son más difíciles de cuantificar?

-La orografía de Asturias hace que existan grandes diferencias al comparar zonas litorales con zonas montañosas o valles interiores. Hay precipitaciones asociadas a frentes que suelen barrer la región, generalizadas, salvo matices orográficos que influyen en la cantidad recogida. También se producen precipitaciones de tipo convectivo o tormentoso, sobre todo en primavera y verano, muy localizadas. Puede llover significativamente en el Cristo y no en el centro de Oviedo.

- Mucha gente viene del Sur a pasar el verano a Asturias con temperaturas razonables. ¿Tenemos que vender el mal tiempo?

-El bienestar climático, el confort, viene definido por unos parámetros meteorológicos (temperatura, humedad, etcétera). Otro factor importante son los peligros de la radiación ultravioleta, de la que no nos protege la nubosidad: hay que protegerse igual un día soleado que uno nublado. El clima veraniego en Asturias tiene una característica que lo diferencia de otras zonas de la Península, que es la frecuencia de días nubosos y temperaturas suaves. Estadísticamente, llueve unos siete días al mes en verano. Pero, en promedio, sólo dos o tres días cada mes están totalmente despejados y las horas de sol son la mitad que en otras zonas. Para el turista, entra en juego la suerte de venir cuando puede encadenar tres o cuatro días buenos. Es necesario saber consultar e interpretar las predicciones meteorológicas, que deben ser fiables.

- En las campañas turísticas del siglo XIX Asturias era "la Suiza de España". ¿Climatológicamente nos parecemos?

-Asturias tiene una variedad de microclimas. Tenemos clima de montaña, por la altitud, y un clima más marítimo en zonas costeras. Los valles interiores tienen características singulares. Al foráneo le sorprende que haya viñas en Cangas del Narcea, que necesitan un número elevado de horas de sol y no excesiva lluvia. En poca distancia puedes hacer turismo de playa, de interior y de montaña. Eso lo tienen muy pocas regiones. El paisaje es modulado por el clima: los bellos paisajes asturianos deben mucho a la lluvia.

- ¿Cómo puede el presidente de Estados Unidos negar el cambio climático?

-Los hechos científicos son muy claros y el IPCC elabora informes y resúmenes para los responsables de políticas, pensando en que deben tomar las decisiones y no tienen por qué ser científicos.

- ¿Climatología para dummies?

-Es un documento simple explicando qué es lo que hay y hacia qué vamos. La toma de decisiones es algo muy complejo, porque hay muchos intereses. El acuerdo de París es un primer paso de concienciación global, aunque haya países que no lo hayan ratificado. Tarda en calar, pero soy optimista.

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