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Cucú cantaba la rana...

Cucú cantaba la rana...

El canto de ranas y sapos tiene más intríngulis de lo que parece

No irán a "OT": ni hacen gorgoritos ni entonan complejas melodías. Ni siquiera suenan muy musicales. Pero son, por derecho propio, voces de la primavera (y del verano), pese a su papel de eternos segundones de las aves canoras. El canto de ranas y sapos tiene más intríngulis de lo que parece; un ejemplo: ellas eligen pareja analizando al detalle la voz de sus pretendientes, de la que infieren su calidad como progenitores.

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