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De izquierda a derecha, Laura Robertz, con su portátil en Valdesoto; Carlos García, durante su estancia de este invierno en Filipinas; Mauricio O’Brien, en su casa de Cadamo; Francesca Gabetti junto a un corazón de Asturias y Matt Humprhey haciendo fotos por Asturias.ERIKA ANES/ MIKI LÓPEZ/ ÁLEX LAWTON

Asturias es un paraíso para los nómadas digitales: seis trabajadores en remoto cuentan su experiencia

Seis profesionales en remoto, algunos con base en la región, cuentan sus experiencias de ida y vuelta, a raíz del nuevo plan del Principado para captar teletrabajadores

Matt Humphrey fue nómada mucho antes de ser nómada digital. Nació en Inglaterra hace 43 años y vivió en Perú, Austria, Alemania, Brasil, Cuba, España, Francia, Hong Kong... Finalmente volvió a Reino Unido. El año pasado un amigo, Luke Westland, que llegó a Asturias de la mano de la tecnológica británica Crimtan, le dijo: "Matt, tienes que venir aquí, te encantará". Y no se equivocó. Este fotógrafo decidió abrir de nuevo la maleta y pasarse una semana al mes en Gijón trabajando.

"Me enamoré completamente de Asturias, de su gente, su naturaleza, su cultura...". Piensa instalarse en la región y traer a su mujer Louisa y su hija de 6 años Willow. "He vivido en muchas partes del mundo, pero como Asturias no hay nada. Su calidad de vida me encanta. Tienes montañas, playas, no hay montones de turistas... Llueve, pero me da igual, es parecido a Inglaterra. En Asturias puedo rellenar los huecos que tenía en la vida. Es el ambiente perfecto para ser nómada digital".

Trabajadores como Matt Humphrey quiere atraer el Gobierno del Principado a través de su programa "Nómadas digitales", presentado el martes en Candamo con la participación del presidente, Adrián Barbón, y el Consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez. Su objetivo es doble: combatir la crisis demográfica y llenar de vida los pueblos captando profesionales de fuera que quieran teletrabajar desde Asturias y, si ven que funciona y les gusta, animándoles a que se queden.

Matt Humprhey haciendo fotos por Asturias.

El Gobierno ha creado un portal web y en unos días abrirá una oficina en el parque científico y tecnológico de Gijón para atender a los futuros nómadas digitales. Al programa se han adherido 23 concejos rurales: Aller, Belmonte de Miranda, Cabrales, Cangas de Onís, Candamo, Caso, El Franco, Gijón, Gozón, Illas, Navia, Proaza, Ribera de Arriba, Somiedo, Soto del Barco, Tineo, Valdés, Villaviciosa, Villayón, Yernes y Tameza, Colunga, Sobrescobio y Parres.

Matt Humphrey llegó a Asturias antes esto se pusiese en marcha. Trabaja en el espacio de colaboración e innovación de La Pipa, un antiguo lagar de Somió. Pasa más tiempo en su casa de la costa del sur de Inglaterra que en Gijón, pero pronto podría darse la vuelta a la tortilla. "Con el Brexit, las cosas no son tan fáciles, pero quizá podamos pasar una parte del año en Gijón. Mi mujer trabaja en recursos humanos para una compañía inglesa desde casa y muchos de sus empleados son nómadas digitales. Podría hacerlo perfectamente desde el Principado", afirma. Las conexiones aéreas son buenas: "En hora y media estoy en Londres".

Laura Roberz, de 32 años, es alemana, de Colonia, y está instalada en Valdesoto, en una casa que acaba de comprar junto a su pareja, el poleso Chechu Sáez. "Desde este año estoy empadronada en Asturias". Pero Laura es una nómada digital. Hoy mismo está en Gran Canaria. "Llevo mi ordenador a todas partes. Cada cinco o seis semanas voy a algún sitio. Sobre todo, a Alemania, a casa de mis padres, que ya son mayores. También viajo mucho a Canarias, donde tengo una amiga que trabaja en la misma empresa que yo".

Laura Robertz, con su portátil en Valdesoto

Laura Roberz en Valdesoto

Formada en psicología de la economía, es autónoma y trabaja en recursos humanos para dos empresas alemanas. Conoció a Chechu, que tiene una empresa de turismo activo en Valdés –"Pez y Ardilla"– en Chile. "Pasé la cuarentena del covid aquí. Unos cuatro meses". Desde este año pasa más tiempo en el Principado que por el mundo. "Cuando mi pareja me dijo que vivía en Asturias, llegué a casa y me puse a buscar por internet. Nunca había oído hablar de Asturias". La recorrió en un viaje en furgoneta. Y... quedó "enamorada".

"Es la combinación perfecta entre naturaleza y ciudad. Lo tiene todo. Desde Valdesoto en media hora estoy en la estación de esquí y por la tarde puedo ir a surfear a la playa. La calidad de vida es muy alta, el precio de la vivienda es más bajo que en otros sitios y el invierno no es tan duro como en Alemania".

El avión ya no es una pesadilla. "Antes tenía que hacer escala en Madrid o en Valencia o más al sur para llegar a Düsseldorf. A veces eran 14 horas de viaje. Ahora hay vuelos directos". ¿Algo malo? Sí, la conexión a internet "falla".

Miércoles, 17:30, el mallorquín Mauricio O’Brien descuelga el teléfono: "Me pillaste tendiendo la ropa". Es lo que tiene el teletrabajo. Y, en su caso, con vistas al paraíso: montaña, verde, vacas, ovejas...

Llegó hace 6 años de Barcelona para instalarse en El Valle (Candamo). Su mujer, Natalia Suárez, es asturiana y cuando tuvieron a Noa pensaron en darle un vuelco a sus vidas. ¿Mallorca o Asturias? Ganó el Principado. O’Brien trabaja a más de 1.500 kilómetros de la sede de su empresa, en Bruselas. Se llama Eurocrowd.org y se dedica a financiar proyectos en todo el mundo a través del micromecenazgo. Viaja mucho –de una a cuatro veces al mes– por todo el mundo, donde le lleve cada proyecto. Ya no cambiaría Asturias: "Esto es la hostia".

Mauricio O’Brien en su casa de Cadamo.

Mauricio, delegado en España de la Red EuropeaCrowdfanding, participó en la presentación de esta semana del programa "Nómadas digitales". Conoció Asturias con 20 años –tiene 46– en un campamento de Salas. No volvió hasta 15 años después, cuando empezó a salir con su actual mujer. "Ella acababa de comprar una casa en ruinas en Candamo para pasar las vacaciones y la estaba reparando poco a poco. Llevaba 22 años fuera".

Mauricio tiene un estudio, Nanona, que da formación a distancia de diseño, branding y emprendimiento en innovación y diseño social. Natalia aprovechó el traslado a Asturias para dar un giro completo a su vida. Dejó la publicidad y convirtió su hobby, la cerámica, en su oficio. En su casa de El Valle tiene un taller (Woodic), donde produce piezas para tiendas y galerías y que también vende de forma online.

Mauricio O’Brien trata de contagiar su amor a Asturias por donde va. "A mi hermano 6 años menor siempre le digo: ‘Vente pa’acá’. Porque aquí hay una calidad de vida brutal, tenemos naturaleza... En 20 minutos estoy en el aeropuerto. En Barcelona tardaba hora y media en llegar". Y encima ahora hay vuelos.

¿No viviría mejor en Mallorca? "Unos amigos que viven en una zona guapísima me dicen que no salen de casa de lo petado que está de gente. Mallorca ya es medio guiri".

Francesca Gabetti junto a un corazón de Asturias.

La italiana Francesca Gabetti fundó en 2015, tras una experiencia en Silicon Valley, la compañía tecnológica TeamEQ, unas de las pioneras en la analítica de datos y la inteligencia artificial aplicada a la gestión de los recursos humanos. En junio de 2021 Francesa trasladó su empresa desde Barcelona a Gijón. El culpable de este cambio fue Alexander Lawton, cofundador de Bedrock, inversor de TeamEQ y uno de los socios fundadores de La Pipa. "Alquilé un coche y me di muchas vueltas por Asturias. Conocí la historia de Pelayo, los pueblos pesqueros, las personas... Un aprendizaje total". Y le maravilló.

Por eso y por las ayudas del Idepa decidió trasladar al Principado su empresa, integrada por entre 15 y 20 trabajadores. "Fue un paso atrevido, pero solo puedo hablar cosas buenas de Asturias. Aquí paso un 20/25% de mi tiempo". No sabe qué contestar cuándo le preguntan dónde vive. "Paso bastante tiempo en los aviones", se ríe. "Tengo que plantearme todavía mi destino final". Sobre todo, viaja por España e Italia. "En Asturias hay un ecosistema innovador que está moviendo mucho. La mejora del aeropuerto ayuda, porque para nosotros es fundamental poder movernos con facilidad. No hay tráfico, circulas rápido de un sitio a otro, tienes entornos bonitos... El clima es un punto fuerte para gente del norte de Europa que busca sitios de no mucho calor".

Carlos García Escobar nació en La Línea de la Concepción (Cádiz) hace 36 años y es nómada digital cien por cien. Su residencia está en Chipre, porque, según cuenta, es el único país que le permite estar tan poco tiempo en casa. Solo dos meses. "Estoy en un momento de mi vida que quiero estar conociendo mundo". Habla desde Chipre, pero acaba de venir de un largo viaje por el sur de Asia que le llevó todo el invierno. A finales de abril volverá a coger un avión para irse a Lloret de Mar. El Parque Natural de Somiedo es su parada obligatoria todos los veranos.

Carlos García, durante su estancia de este invierno en Filipinas.

Allí está su amigo Daniel Suárez, al frente de la consultora tecnológica Zapiens. "Viví dos años en Oviedo en la casa de emprendedores que creó Daniel. Todos los años voy al evento que organizan: ‘Paraisu startup’. Está genial". De Oviedo salió su primer videojuego, germen de lo que hoy es su producto estrella: Heromask, unas gafas de realidad virtual para que niños de entre 5 y 12 años aprendan de forma divertida idiomas y matemáticas. Amazon las vende como churros. "En temporada baja vendemos 50 al día. En Navidad es una locura". Videojuegos sencillos, cortos y "muy divertidos", de cuyo éxito salió la empresa Educainventions, que busca productos innovadores para vender a través del gigante Amazon.

Juan García Fernández es ovetense y, tras 18 años fuera de casa, el pasado otoño regresó a Asturias. Cada dos o tres semanas baja a Madrid. Es uno de los tres cofundadores de Tuio, una startup de seguros del hogar online, que pudo registrarse oficialmente con ese nombre tras ganarle la batalla a Twitter –se oponía por la similitud que había con "tuit"–. García, de 39 años, encontró a finales de 2022 el momento perfecto para regresar: "Soy de aquí, mi familia es de aquí, mis amigos son de aquí...". Su empresa tiene las herramientas necesarias para trabajar desde casa. "A raíz del confinamiento, muchos de mis amigos volvieron a Asturias. En nuestra compañía la mitad de empleados (son 25) trabajan desde sus domicilios, en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña...". Además del propio Juan García hay otra empleada más en Asturias. "Fui más nómada de lo que soy. Asturias es increíble para vivir. Tienes la montaña y la playa al lado, los tamaños de las ciudades son manejables...".

El reto es que lo descubran ahora nuevos ojos. Nuevos nómadas digitales.

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