El calor abrasador vuelve a ser protagonista. Después de una semana de temperaturas frescas, con algunas tormentas y mal tiempo, el bochorno y las temperaturas africanas vuelven a golpear este verano. No salga durante las horas más calurosas, especialmente si se trata de personas frágiles, niños y ancianos. Coma fruta, manténgase ligero y beba mucha agua o bebidas con sales minerales. Estos son los consejos para superar el creciente calor de este abrasador verano. Pero no sólo sufren las personas. De hecho, incluso los coches necesitan algunos cuidados por parte de sus propietarios. Sobre todo ahora que el coche se utiliza para desplazarse, ir de vacaciones a la playa o a la montaña.

Seguramente este verano de 2022 será recordado como uno de los más calurosos en muchas décadas. Un calor récord que no sólo causa problemas a las personas, sino también a los coches. Además del invierno, con todos sus problemas, el verano también es una estación en la que hay que realizar las revisiones adecuadas del vehículo para no arriesgarse a tener problemas. Antes de emprender un viaje, tal vez de vacaciones, dada la época del año, conviene realizar algunas comprobaciones en el vehículo.

Sobre todo teniendo en cuenta el gran calor del verano de 2022, que como decíamos será recordado como uno de los más calurosos de los últimos años. Al igual que las personas, los coches sufren tanto el frío como las altas temperaturas. Y mucho menos estos máximos históricos. Cuando hace calor, los coches tienen dificultades para disipar el elevado calor que ya desprenden habitualmente con el motor. El calor del motor junto con el calor del exterior hace que el coche corra un peligro tan grande que es necesario realizar controles especiales antes de salir a la carretera.

Qué comprobar en el coche

Mucha gente no lo sabe, pero la batería del coche también sufre con el calor. Si en invierno es frecuente encontrar una batería descargada después de una noche fría, lo mismo puede ocurrir en verano después del gran calor. La posibilidad de que una batería se agote incluso a altas temperaturas es muy frecuente. Ya con temperaturas superiores a los 30 grados, la batería se ve sometida a una gran presión. Por lo tanto, es mejor comprobar el estado de la batería para evitar no poder arrancar el coche como en invierno. Al igual que se revisan los neumáticos en invierno para comprobar si hay agua, hielo o nieve, también hay que hacerlo en verano. Hay que tener en cuenta que la temperatura del asfalto puede llegar a superar los 60° cuando la temperatura del aire se acerca a los 35°.

La presión de los neumáticos también debe tenerse en cuenta en verano y no sólo en invierno, cuando todo el mundo comprueba si hay escarcha, hielo, agua y nieve. Cuando hace calor, las carreteras se calientan y los neumáticos sufren un sobrecalentamiento por rodadura. El calor abrasador del verano hace que los coches sufran, por lo que es mejor prestar atención. También hay que comprobar el nivel de aire acondicionado para evitar quedarse sin él durante un viaje bajo el abrasador sol del verano. Por supuesto, por razones medioambientales obvias, sería desaconsejable mantener el aire acondicionado encendido y, por tanto, también el motor durante una cola en la autopista, pero estar sin aire acondicionado no es prudente. La seguridad en el coche siempre es lo primero, con cuidado y precaución por parte de los que están al volante.