León / Langreo, A. V.

José Ignacio Pardo de Santayana, director del zoo de Santillana del Mar (Cantabria) y reputado experto en aves, advirtió de la dificultad de criar urogallos en cautividad, ya que se trata de una especie «muy sensible y puñetera». Con esas palabras Santaya opinaba sobre la muerte de cuatro de los seis pollos nacidos en cautividad en el centro de cría de Sobrescobio, en el parque natural de Redes.

Pardo de Santayana explicó que el urogallo es un animal muy delicado, ya que «en la naturaleza vive en un ambiente muy puro y muy sano, con una densidad de población muy baja, y cuando se tienen en cautividad son aves propensas a tener enfermedades por el cambio de hábitat».

De los trece huevos de urogallo entregados al centro de cría de Sobrescobio, seis eclosionaron y sólo dos pollos sobreviven. Respecto a este hecho, el director del zoo cántabro detalló que «algo les ha salido mal dentro del proceso de cría», aunque reconoce que «no es fácil criar a un urogallo en cautividad, ya que no es lo mismo que fabricar un coche en serie: aquí las piezas con las que se trabaja son seres vivos».

Además, el reputado experto en aves añadió que los urogallos «son aves que en la naturaleza viven con una alimentación que no es exactamente la misma que se les ofrece en cautividad». El director del zoo de Santillana recordó además que el urogallo cantábrico es una especie que se encuentra actualmente en peligro de extinción, algo que evidencia la dificultad para abordar la cría de estos animales en cautividad.