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Cinco desapariciones de personas en Gijón que siguen sin resolverse

Las familias de tres mujeres y un hombre de los que no se sabe nada mantienen la esperanza de encontrar respuestas

Cinco desapariciones de personas en Gijón que siguen sin resolverse

La familia de Cristian González Cueli -un lavianés de 33 años afincado en Gijón y desaparecido tras ir a cobrar una deuda el 27 de diciembre de 2012- no se da por vencida y confía encontrar alguna pista que les resuelva sus múltiples dudas sobre qué pasó aquel día y dónde está. "Seguiremos buscando su cuerpo hasta que muramos", promete su familia justo cuando se cumplen seis años de su misteriosa desaparición -y del más que posible asesinato cometido contra él- que todavía investiga la Policía.

Al tiempo, en Gijón hay otras cuatro heridas que siguen sin cicatrizar además de la Cristian Cueli, de cuya desaparición se acaban de cumplir ahora seis años. Otras cuatro familias rotas por la desaparición de uno de los suyos y que comparten desde hace tiempo el sufrimiento de seguir sin respuestas y un mar de incógnitas que nadie ha podido despejar.

Algunos, de hecho, llevan desde hace una década haciéndose preguntas. Es el caso de la familia de Pedro Matías Sánchez Riesgo, un joven que desapareció el 26 de marzo de 2009 cuando contaba con 32 años de edad. Aquel día fue visto por última vez por las inmediaciones de la Casa del Mar, donde se reunió con unos amigos de los que se despidió a la una del mediodía para irse a comer a casa de su madre. Nunca llegó. Hasta hoy.

Otras de las investigaciones policiales por desaparición en Gijón que más tiempo lleva abierta es la de la profesora de Filosofía Yolanda García Bravo, que tenía 47 años cuando desapareció sin dejar rastro en febrero de 2015. Salió de casa de sus padres para ir a su domicilio a buscar unos libros y con la promesa de volver, pero nunca más se supo.

Las otras dos mujeres que siguen desaparecidas en la ciudad son casos mucho más recientes, desde el pasado año. Lorena Torre García, de 40 años, fue vista por última vez en el mes de abril, en los aledaños de zona del Rinconín, donde dejó su coche aparcado. Durante semanas se realizaron batidas de búsqueda por todo el litoral, especialmente en la zona de La Providencia. El cuerpo todavía no ha aparecido.

El cuarto caso, también abierto, es el de María Josefa Carnerero López, a quien se le perdió la pista en la zona de la Campa Torres. Fue el pasado 7 de julio de 2018 cuando comenzó la búsqueda de esta vecina del barrio de Contrueces y su familia no ha parado en intentar lograr alguna pista que confirme qué le ocurrió para poder pasar página. Una necesidad que comparten las familias de las cuatro personas desaparecidas en Gijón. Una herida para ellos que no cicatriza.

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