Boal, Sergio PÉREZ

Mauthausen, el castillo de Hartheim, Gusen, Ebensee. A muchos esos nombres no les dirán nada. Sin embargo, a otros la evocación de esos lugares les transporta rápidamente a uno de los episodios más negros de la historia de la Humanidad, el Holocausto judío a manos de los nazis, pues son nombres de campos de concentración donde el régimen de Hitler confinó y asesinó a miles de judíos. A partir de hoy y hasta el próximo día 18, cinco estudiantes del Centro Público de Educación Básica Carlos Bousoño, de Boal, visitarán algunos de esos espacios, reconvertidos en museos del horror a los que cada año miles de personas acuden para conocer la capacidad del ser humano para hacer sufrir a sus semejantes.

La visita se produce como consecuencia del trabajo que este centro viene realizando desde el año 2005 dentro de un proyecto de bibliotecas escolares centrado en los holocaustos y en el que participaron todos los alumnos del instituto, desde 1.º de la ESO hasta 2.º de Bachillerato. En ese intenso trabajo se incluyeron lecturas relacionadas con el exterminio, murales donde se mostraba la crueldad de los nazis, charlas, recitales de poesía y conferencias, una de las cuales fue impartida por Pablo Iglesias, presidente en Galicia de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos y de todas las víctimas del nazismo en España. Entusiasmado por el proyecto, habló de su labor en la sede central de Barcelona, y luego el grupo fue invitado a participar en este viaje, junto con otros nueve centros de Aragón y Cataluña.

«Es un orgullo para nosotros, porque nunca antes un instituto de esta parte de España había participado en una experiencia similar», explicó Concepción Sanfiz, profesora encargada del proyecto.

Sandra Álvarez, Iván López, José Méndez, Mónica Pérez y Cristina Vázquez son los cinco alumnos afortunados. Antes de iniciar el viaje, en el que tendrán como compañeros a cuatro supervivientes españoles de los campos de concentración nazis, han seguido formándose con la lectura de más obras relacionadas con el Holocausto, y, a pesar de su juventud, tienen una idea clara sobre el asunto. «Hay que hacer todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir», aseguran.