Luarca (Valdés), A. M. S.

El Pleno de la corporación municipal valdesana ha aprobado el presupuesto municipal de este año, que asciende a 10,1 millones de euros. La cuantía es inferior en un 15,8 por ciento (1,6 millones) a la del ejercicio anterior. Dentro del capítulo de gastos, los destinados al personal ascienden a 4.615.761 euros, mienrtras que 2,2 millones se dedicarán a gasto corriente y para las inversiones se reservan 1,8 millones de euros, es decir un 17 por ciento del total.

Las cuentas prevén la continuación del área de rehabilitación integral del centro de Luarca, así como las obras del cine Goya, que se convertirá en centro de artes escénicas y museo del cine. La reforma de la Casa Consistorial tiene asignada otra de las partidas previstas y también le corresponde una al campo de fútbol sintético de la localidad de Barcia. Este año, la inversión es inferior a la del ejercicio anterior porque el Ayuntamiento ha decidido evitar la solicitud de préstamos.

El Partido Popular votó en contra de los presupuestos. Su portavoz, Carlos Adaucto Iglesias, fue especialmente crítico con la «baja inversión. El motor del concejo es el gasto del Ayuntamiento en su desarrollo y parece que este año se ha parado». El también presidente popular valdesano matizó que la inversión es un 44 por ciento menor que el pasado ejercicio: «Este crecimiento no es normal ni sostenido», criticó, pues en 2008 fue de 1,8 millones, en 2009, de tres, «y ahora nos sorprenden con 1,8 millones. Nos deberían explicar este vaivén», reclamó.

El Pleno municipal también aprobó las nuevas tarifas de Aqualia, gestora de las traídas de agua públicas del concejo. Debido a la incorporación de Brieves y Rebollar (núcleos de la parroquia de Trevías, que suman más de 200 vecinos) a la acometida municipal, la empresa subirá sus tarifas, que repercutirán en un incremento del 4,4 por ciento en la factura. El PP también votó en contra de este punto y animó al gobierno a «explicar este incremento a todos los vecinos».

Aqualia, según el concejal de Obras, Pablo Suárez, planteó en un primer momento una subida del 5 por ciento, que negoció con el Ayuntamiento hasta rebajarla en seis puntos. Los populares se quejaron en el Pleno del trabajo de mantenimiento de la empresa gestora, «que con estos incrementos debería mejorar».