Tineo,

Pepe RODRÍGUEZ

Frío, mucho frío, fue la sensación térmica que dominó en el recinto ferial de Santa Teresa en la jornada de clausura de la XXII Edición de la Feria de Muestras de Tineo. El flujo de gente fue constante a lo largo del día, pero no se alcanzaron las cotas extraordinarias de la jornada del sábado, que fue, sencillamente, espléndida. Aún no se ha hecho público ningún tipo de balance, pero desde la dirección de la Feria se dejaba traslucir una nada disimulada satisfacción por el desarrollo del certamen.

Los expositores, en su inmensa mayoría, estaban satisfechos con lo conseguido, y la ausencia de incidencias fue la tónica de los tres días. Para los visitantes, las sensaciones son bastante parecidas. Más abrigados que el sábado, pero igual de interesados en las mercancías presentadas.

Un buen ejemplo es el de Joaquín Villa. Acudió a la feria desde Avilés, con toda la familia. A su juicio, «la clave de esta feria es que no se estanca, o eso me parece a mí. Yo no vengo todos los años, pero sí de vez en cuando, y me encanta la sensación de estar ante productos típicos de por aquí, tan bien presentados. Diría que es lo más especial de esta feria: embutidos, quesos, el vino... no sé, ya se nota que me gusta la buena gastronomía», bromea señalando su barriga mientras acepta, encantado, un poco de chosco de una degustación.

María Rodríguez, por su parte, es ganadera. Para ella es obligatorio acudir todos los años. Lo que más le interesa, como no podía ser de otra manera, es la exposición de maquinaria agrícola. Explica que «no es que sean cosas que no se puedan ver en otros sitios, o que no conozcamos de internet; pero venir a charlar con los representantes y comerciales siempre es de mucho interés. Mentiría si digo que vengo a comprar, pero que vengo a verlo todo y, alguna vez, me ha servido para decidirme, eso sí lo digo claro. Para los que trabajamos en el campo creo que es un cita obligada, que ésa es otra, vienes y lo pasas bien con los conocidos, aunque sea para tomar un café».

Y hay también quien viene a pasar la tarde y no conoce de nada la Feria de Muestras. Es el caso de Fermín Vega, de Grado, al que el frío pilló de improviso: «Vine sin chaqueta y me está pesando. Vaya frío que hace aquí arriba». Fermín decidió acercarse porque no tenía mucho que hacer: «Para algo que nos ofrecen por la zona, pues qué menos que venir a verlo. Me he quedado muy sorprendido con esto, con la cantidad de gente que viene a verla. La verdad es que está muy bien montada, sobre todo en el tema de la gastronomía, que es algo espectacular». Y se va, tan contento, con una bolsa llena de choscos.