Luarca (Valdés),

-¿Se está alargando mucho en el tiempo la toma de decisiones políticas mientras el salmón desaparece de nuestros ríos?

-Siempre hay que hacer un seguimiento de las decisiones que se toman. Se trata de un experimento siempre en marcha. Por ejemplo, hay que ver los resultados de la pesca sin muerte en Asturias y esto hay que hacerlo con cada una de las medidas que se tomen. Los gobiernos tienen que estar dispuestos a recibir información y cambiar su plan si es necesario.

-¿Puede convivir la recuperación de las especies de salmónidos con el desarrollo humano?

-En Europa hay zonas donde los salmones son abundantes aunque existan otras actividades, pero para que ello suceda se requieren ciertos cuidados. Cada día tenemos más información científica sobre estas especies, que sirve para comenzar o poder adoptar las decisiones más adecuadas en el tiempo.

Pasión por lo escondido

John Armstrong se apasionó por el estudio de la Naturaleza, de los animales y de los peces siendo un niño. Ríe si lo recuerda, porque casi todos los científicos tienden a contar lo mismo, que se interesaron por las ciencias y su estudio siendo muy jóvenes. A Armstrong le llama la atención lo que estaba escondido y no se veía a primera vista, por eso estudiar lo que vive bajo las aguas y en qué condiciones era una buena apuesta. Se inició como investigador en aguas dulces para posteriormente pasar a estudiar el medio marino, pero se dio cuenta de que lo que realmente le apasionaba eran los ríos. Retornó al origen y sigue en él. Ahora centra sus esfuerzos en informar sobre el comportamiento de los peces y cómo sobreviven un su entorno para hacer posible su recuperación en caso de peligro. Lo hace desde Escocia, pero sus los resultados de sus estudios tienen repercusión internacional.