Luarca

Soledad Cazorla Prieto, fiscal de sala contra la violencia sobre la mujer, recogió el pasado sábado, en Luarca, de manos de la asociación de mujeres «Valdés Siglo XXI», un premio («Valdesana») que reconoce su trabajo en favor de la igualdad y contra el maltrato a la mujer. Ella ha sido la décima galardonada por este colectivo, que la ha distinguido «por representar un pilar fundamental del sistema judicial en la lucha contra la violencia machista; por su dilatada experiencia en el mundo del Derecho Penal y por su compromiso, sin fisuras, en la defensa y aplicación de la atacada Ley Integral contra la Violencia de Género». Cazorla Prieto mostró su satisfacción por la concesión de un premio otorgado por «una asociación de mujeres» y no por un órgano institucional o político.

-La violencia machista persiste. ¿Qué falla?

-Persiste de manera tozuda. Falla haber estado veintiún siglos consintiéndola.

-¿Se necesita más apoyo por parte de la sociedad para erradicar esta lacra?

-Necesitamos todo el apoyo posible, de todos los sectores. La violencia de género es una enfermedad social.

-¿Qué papel juega la juventud en esa lucha?

-Si consiguiéramos que los y las jóvenes metabolizaran el significado de la igualdad, no sólo teórica sino real y efectiva, el camino a seguir para acabar con la violencia machista sería muy corto.

-¿Qué mecanismos de prevención se deben articular?

-Son los más importantes y, entre ellos, la educación de niñas y niños y la reeducación del resto de la sociedad.

-¿De qué políticas o iniciativas carecemos?

-La Ley integral contempla las políticas a seguir, pero debemos reforzar la coordinación entre las instituciones y trabajar más en la recuperación de las mujeres y de los menores sometidos a malos tratos.

-¿Qué función debe tener la administración local?

-Es la más cercana a la víctima y debe cuidar la información y fomentar la asistencia social.

-En el municipio de Navia se ha editado una guía electrónica (consultable en su web) con recomendaciones. Mostrar tranquilidad con la mujer maltratada y no decidir por ella son algunos de los consejos que ofrece. ¿Qué opina de este tipo de iniciativas?

-Mostrar tranquilidad y, a veces, hasta paciencia por el destrozo con el que se presenta es lo oportuno, pero el no decidir por ella nunca puede incluir el conocimiento de que alguien está cometiendo un delito y que se oculte, eso va contra la ley y puede suponer mayor riesgo para las víctimas.

-Esta ley que protege a las mujeres contra la violencia machista, tiene, a su juicio, algunas disfunciones. ¿Cuáles son?

-La mayor disfunción, que no parte de la ley integral, sino de antes, es que mantengamos -como debe ser- que estamos ante un delito público en donde no cabe perdón ni renuncia de acciones penales y que, aun siendo denunciantes, no tengan obligación de declarar contra su agresor.

-Se ha manifestado contraria a que un juez dicte el alejamiento en las condenas por maltrato. ¿Podría explicar los motivos?

-Yo no estoy en contra de la pena de alejamiento, solo he planteado que en determinadas situaciones, muy excepcionales, el juez pueda, en base a las circunstancias del hecho, no imponerla de manera automática.

-¿Qué le diría a una mujer maltratada que no quiere denunciar? ¿Y a las personas de su entorno?

-Que con miedo no se debe vivir y que debe protegerse y debe proteger a su descendencia. Y la vía para hacerlo es denunciar, es la única manera de poner en marcha toda una maquinaria.

-¿Cree en la rehabilitación del maltratador?

-Hay que intentarlo, no sólo porque es un mandato legal, sino para evitar que se repitan los malos tratos con otras víctimas.

-Con respecto a la violencia machista, ¿observa el futuro con optimismo?

-No soy optimista, pero no caigo en el desánimo. Aquí la única solución es seguir trabajando al amparo de una buena ley, pero sin olvidar que necesitamos tiempo, ya que este fenómeno machista tiene raíces muy profundas. Creo que debemos trabajar en la prevención y en políticas orientadas a prevenir los actos delictivos y a educar a los niños en igualdad.

Soledad Cazorla Prieto, nacida en Larache (Marruecos), trabaja en el Ministerio Fiscal desde hace 30 años. Durante este tiempo ha desempeñado su función en varios destinos: «Desde fiscal recién ingresada en esta profesión en Girona hasta fiscal de sala del Tribunal Supremo», resume. Comenta que se decantó por el Derecho, con mayúsculas, porque se crió escuchando hablar de justicia «y entendí que siempre habría una especialidad dentro de las diferentes ramas jurídicas a la que me podría dedicar. Pero al iniciar la carrera no había pasado por mi cabeza ser fiscal? no sabía».

Asegura que le une a Asturias el esfuerzo que realiza esta comunidad autónoma por proteger a las mujeres víctimas del maltrato. De Luarca, donde ha pasado el fin de semana para recoger el premio «Valdesana 2010» otorgado por «Valdés siglo XXI», le asombraron «los mazos de hortensias y calas que surgen en cualquier rincón y que a mí me cuesta que sobrevivan en Madrid». Además de esta estampa, se ha llevado el reconocimiento de una asociación de mujeres, una escultura y el aplauso del público de Valdés.