Bertino Velasco, presidente de la Central Lechera Asturiana (CLAS), no pudo evitar emocionarse al recibir el «Lar Vial» de plata que le entregaron ayer en Tuña. «No quiero poner en duda el trabajo del jurado, pero, aunque estoy muy contento, no sé qué he hecho para merecer este premio. Sólo soy un humilde ganadero y no lo merezco», expresó Velasco en su discurso de aceptación del galardón.

Sin embargo, los organizadores de estos premios «Lar Vial» de plata, que cumplen su novena edición, dejaron claros los motivos por los que consideran que Velasco es merecedor de su distinción. La Asociación Cultural de Tuña, la asociación de mujeres «Cuarto de la Riera» y el hotel restaurante Casa Pipo, encargados cada año de otorgar el «Lar Vial» de plata, coincidieron en que el presidente de CLAS siempre ha sido, y más en los seis años que lleva en su actual puesto, un infatigable defensor de la zona rural y de la vida de las ganaderías, así como un apoyo imprescindible para la celebracion de no pocas fiestas.

En Tuña, en concreto, es uno de los soportes del festival de la lana, en el que colabora con posters y con ayuda de todo tipo. María Elena Sierra, presidenta de la asociación de mujeres «Cuarto de la Riera», que también organiza el festival de la lana, lo explicó así: «Es una persona que siempre está ahí. Nosotras no tenemos más que levantar el teléfono para que nos apoye y nos ayude». Contó Sierra la especial emoción que le producía la entrega este año del «Lar Vial» de plata porque coincidió con Velasco en sus años de estudiantes, en el Instituto de Tineo. «Quién nos iba a decir entonces, a ti y a mí, que nos íbamos a cruzar en un acto como este», apostilló la presidenta de la asociación de mujeres. José Manuel Bouzas, presidente de la Asociación Cultural de Tuña, recalcó que en estos tiempos de crisis, que también afectan al premio -«este año nos ha anunciado Cajastur que, por sus problemas, no nos puede apoyar, aunque Unión Fenosa y el Ayuntamiento de Tineo no nos han dejado solos»-, el trabajo de Casa Pipo es esencial: «Sin ellos, prácticamente no habría premio», añadió Bouzas.

Los lares viales eran aras romanas en honor de los dioses que se ponían en los caminos principales, como el que pasaba por Tuña y unía Lugo con Astorga.