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Alumnos del colegio de Navelgas, ayer por la tarde, esperando para entrar a clase.DEMELSA ÁLVAREZ

Una fuga de gas obliga a suspender las clases en el colegio de Navelgas (Tineo)

El escape quedó controlado a media mañana y los alumnos pudieron regresar a las aulas hasta el fin de la jornada lectiva

Un susto con un depósito de gas propano ubicado en el exterior del colegio público de Educación Básica Príncipe Felipe, de la localidad tinetense de Navelgas, hizo que las clases en el centro educativo no se pudieran desarrollar con normalidad durante el día de ayer.

A primera hora de la mañana, antes de que los alumnos llegasen al colegio, el conserje del centro comenzó a escuchar, nada más entrar en el patio, el silbido de una fuga e instantáneamente percibió el olor a gas proveniente del depósito situado en ese espacio, lo que le hizo alertar a la directora del centro. "Eran las ocho y media de la mañana cuando me llamó el conserje e inmediatamente avisamos al 112 y al técnico de la compañía suministradora", relató Lorena Fernández, directora del Príncipe Felipe.

Los efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, con base en el parque de Tineo, fueron los encargados de controlar la fuga hasta la llegada del técnico responsable de la compañía. Su actuación consistió en la refrigeración del tanque, de 1.250 litros, mientras que la Guardia Civil mantuvo cortada la carretera local que pasa al lado de las instalaciones, impidiendo el paso a los autobuses escolares para evitar la entrada de los niños al recinto.

Ante la duda de cuánto se podría alargar la situación, la dirección del centro decidió enviar de nuevo a los alumnos a sus casas y suspender las clases durante la mañana. "La precaución y la seguridad de los niños eran lo primero, así que no dudamos en suspender las clases y aprovechar que estaban los transportes para que regresaran a casa directamente", argumentó la directora.

Las clases se pudieron reanudar por la tarde, para las dos últimas asignaturas, aunque al centro acudieron menos de la mitad de los 87 alumnos matriculados. Entre los padres asistentes había tranquilidad "porque como los niños no llegaron a entrar al colegio no hubo nerviosismo", comentaban. De hecho, muchos pensaron que se trataba de una demostración. "Cuando salí de casa y vi el dispositivo creí que se trataba de alguna actividad de las que Bomberos realiza con los niños, pero cuando vi a los profesores fuera del recinto me preocupé, aunque sólo quedó en un susto", comentó Susana Menéndez, madre de una alumna.

El técnico de la compañía controló la fuga pasadas las once de la mañana. Para ello tuvo que precintar la válvula por la que el camión suministra el gas al depósito. "Ayer, tras hacer la descarga, se ve que se quedó una junta doblada y por ahí empezó a perder", explicó Lorena Fernández. Para sustituirla habrá que esperar a que el tanque esté al 20 por ciento de su capacidad. El centro ya vivió dos fugas de gas hace años, con origen en la cocina, ya sustituida.

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