"No cabe duda de que es el día más importante del año para Vegadeo", resume Josefina Fernández, que ayer aguardaba emocionada frente a la iglesia a ver la salida de la procesión. "Esto es lo más grande, tanto que ya me emocioné oyendo tocar a la banda. Y ¡mira qué procesión!, en pocos sitios hay una así", reflexionaba Fernández en compañía de su hija. Fue una de las decenas de veigueñas y visitantes que ayer no se perdieron el día grande de las fiestas de Nuestra Señora de la Asunción y San Roque, las tradicionales Festas del Quince.

También es un día especial y "muy bonito" para Francisca Martínez, que cumple desde hace más de cuatro décadas con la tradición de acompañar a la virgen ataviada con peineta y mantilla española. Es una costumbre poco común en las fiestas de la comarca occidental: "Pienso que es algo que embellece la procesión y hay que venir, deberíamos de ser muchas más", indica, mientras desfila junto a la reina y damas de las fiestas de este año. Seguro que tampoco se olvida de la fiesta la pequeña Inés Gil que a sus tres años se vistió por primera vez de asturiana para participar en la procesión, que discurrió por las calles de la villa bajo un sol de justicia.

La fiesta continúa hoy con San Roque.