Los ladrones han vuelto a golpear en Navia. En la tarde del pasado miércoles, dos viviendas unifamiliares de Armental y La Colorada, junto con otra en el vecino concejo de Coaña, sufrieron sendos robos, todos ellos sin violencia. Los asaltantes utilizaron un método similar al de anteriores ocasiones, amparados por la oscuridad del final de la tarde y aguardando a que todos los inquilinos abandonasen la vivienda para actuar con rapidez. Este nuevo episodio de hurtos llega apenas dos semanas después de que los vecinos de la zona rural del concejo naviego presentasen al Ayuntamiento más de seiscientas firmas para exigir más vigilancia por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.

En menos de media hora, los ladrones entraron en la vivienda de Armental, revolvieron hasta tres habitaciones en busca de su botín, y lograron escapar antes de que nadie se percatase de su presencia. Así lo relata la familia, que prefiere mantenerse en el anonimato: "Salimos pasadas las seis y media de la tarde, y regresamos a casa a las siete y diez. Al entrar en casa, nos encontramos todas las habitaciones revueltas, los cajones sacados y todo esparcido. No se podía entrar en ellas". Con el miedo en el cuerpo, llamaron de inmediato a la Guardia Civil, que tomó huellas y analizó el domicilio en busca de pistas.

Los asaltantes lograron entrar en esta casa a través de la ventana de la cocina, abriendo un pequeño hueco en el cristal, por el que accedieron para accionar la manilla. "Eran profesionales, venían preparados, y nos tenían controlados. Esperaron a que no hubiese nadie en casa para entrar. Ningún vecino los vio, y salieron en cuanto nos oyeron llegar", cuentan las víctimas. Ahora aseguran sentirse "indefensas" y "desprotegidas" en su propio hogar. "Apenas logramos dormir estos dos días. Tienes la sensación de que hay alguien en tu casa continuamente, de que te van a volver a entrar", apuntaba uno de los afectados, que señala que, sin bien el botín de los cacos fue escaso, "la sensación que te deja en el cuerpo es lo peor".

Vista la similitud con la docena de casos anteriores, registrados en la misma zona, estos vecinos de Armental no dudan de que se trata de la misma banda de ladrones. "Y no va a ser la última vez, eso creemos. Se requiere más vigilancia, y que los vecinos estén alerta y avisen si ven algo raro, algún movimiento o persona extraña", apuntan.

Esa sensación de desprotección en toda una comarca es la que ha denunciado Mario García, vecino de Cacabellos, y también víctima de un robo en su vivienda hace menos de un mes. Junto con otros vecinos, impulsó la recogida de firmas para pedir más vigilancia y presión sobre estos asaltantes. "Pararon unos días, pero volvieron a arrancar con estos robos. Parece que cada semana tenemos un episodio igual. Bajo mi punto de vista no se toman los medios suficientes", denuncia García.

A principios de mes, la Guardia Civil se reunió con un centenar de vecinos, preocupados por la situación. La Benemérita informó de que había una línea de investigación "muy buena" para dar con los autores de estos delitos. "Si tienen el cerco sobre ellos, ¿por qué no actúan más, y se evita así más robos?", se pregunta este vecino de Cacabellos, que pide más controles y una mayor vigilancia en estos pueblos.