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Mario Martínez, José Piquín, el alcalde, José Antonio González Braña, y Javier Pérez, observando los restos de un animal muerto.T. CASCUDO

"Debe haber zonas libres de lobo", claman en Villanueva tras los últimos ataques

El ganadero Mario Martínez ha perdido cuatro potros en menos de un mes

El ganadero Mario Martínez calcula que el año pasado el lobo acabó con el 30 por ciento de su ganadería caballar y este año la situación no tiene pinta de mejorar: cuatro potros fallecidos y un quinto herido es el saldo de los cuatro ataques que ha sufrido en menos de un mes. "No te acostumbras a verlo", lamenta, mientras observa lo que queda de un potro de un año de edad en una finca muy próxima a la capital de Villanueva de Oscos, a apenas unos metros de las viviendas.

Asegura que en sus veinte años de actividad ganadera -además de setenta cabezas de ganado caballar, tiene una ganadería de vacuno- nunca había vivido una situación similar. El año pasado, en el ataque más virulento perdió diez caballos de los quince que tenía en una finca. Y da por seguro que el cánido volverá a atacar hasta acabar con los cuatro potros que quedan en la finca de los últimos daños. "Este terreno no vale para cultivar, si no lo aprovecho para el ganado tendré que abandonarlo", se lamenta.

El sentir de Mario Martínez es compartido por otros ganaderos del concejo, donde el 90 por ciento del ganado se cría al aire libre. Los que pueden hacerlo se preocupan de guardarlo cada noche, pero "en las ganaderías grandes es imposible". Indican que el avance del lobo afecta a su calidad de vida, pues ahora deben de llevar un control más constante del ganado para supervisar las pérdidas. "El animal que no aparece no te lo pagan. Además, tienes que mirar al detalle porque igual hay uno herido, no te das cuenta y acaba falleciendo", apuntan, al tiempo que explican el papeleo y gestiones que conlleva deshacerse de los animales muertos.

El teniente alcalde de Villanueva y también ganadero, Javier Pérez, explica que, a su juicio, la solución pasa por gestionar la especie: "Tiene que haber zonas libres de lobo, no puede estar al lado de las ganaderías. La población de lobo está desbordada".

Los vecinos aseguran que en Villanueva nunca se había visto al depredador tan cerca del pueblo. En cambio, los expertos en la especie aseguran que los radiomarcajes constatan que no es raro que el lobo merodee cerca de los núcleos, aunque los ataques en estas zonas, añaden, son "insignificantes" en el cómputo total. Los datos chocan con la realidad de los ganaderos. "La gente está harta. Esto no se puede tolerar", añade el alcalde de Villanueva.

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