Un gran gallinero, con capacidad para más de cuatrocientos animales, es un lugar tan bueno como cualquier otro para debatir sobre el futuro del medio rural, hacer propuestas de mejora para el entorno y denunciar las carencias de aquellos que desarrollan su labor profesional en el ala occidental de la región. Sucedió ayer en Boal, en el marco de un festival que se celebró en la granja ecológica regentada por Noelia García y Pablo Vélez. El "Pita Fest" fue el altavoz ideal para emitir un mensaje de optimismo sobre la posibilidad de mantener población en el campo "si todo el trabajo se hace con ilusión y con un objetivo común", como señalaron algunos de los asistentes.

Desde primera hora de la mañana, el "Pita Fest" llenó de actividad la granja, aprovechando el vacío que dejan en las instalaciones el cambio de gallinas ponedoras. A lo largo de la jornada se sucedieron talleres de plantas medicinales, hilanderas de lana, y cocina, así como charlas sobre la reforestación de las zonas afectadas por incendios, o recitales poéticos en gallego-asturiano. No obstante, este año se decidió que el plato central del evento fuese el desarrollo sostenible en el medio rural, para lo que se celebró un "banco de ideas", con objeto de poner en común propuestas de progreso para el territorio.

En la cita han colaborado diferentes y variados pequeños emprendedores, desde artesanos a productores de cerveza o embutidos, con el ánimo de "hacer ver" el trabajo que se desarrolla en la comarca. También dejaron patentes sus necesidades: "Una de las primeras cosas necesarias para que la gente pueda venir aquí a vivir, y se quede, es internet. Hay mucha gente que trabaja con esta herramienta, y si no hay una buena conexión es imposible desarrollar el trabajo", denunció Noelia García.

También apeló esta emprendedora a la necesidad de "simplificar y hacer más lógica" la normativa que afecta a estos pequeños empresarios del campo. "Las leyes que aplican ahora mismo son muy exigentes, porque están pensadas para grandes explotaciones. Es algo que nos limita mucho en nuestro día a día", añadió García, que también reclamó "más promoción" para la comarca occidental de cara al turismo.

El colectivo Fórum Boal 3000 llevó la iniciativa en la puesta en común de ideas que se desarrolló durante la tarde, en el que el principal argumento fue recuperar "la ilusión". "Hay que alejar la apatía de pensar que no se puede hacer nada por vivir en el medio rural. Es una premisa básica", apuntó Irma García, representante de este colectivo vecinal.

Esta boalesa añadió la necesidad de "optimizar todos los recursos y sumar. Hay muchas cosas que se hacen en este entorno rural, pero que o muchas veces no se visibilizan o cada uno va por su lado, sin tener un objetivo común", explicó la portavoz del colectivo, que incidió en que ese reto está, en Boal y en todo el valle del Navia, "en mantener y atraer población al territorio".