Antes de despuntar el día, a las seis de la mañana, la actividad comenzaba ayer en el Prao del Molín de Cangas del Narcea. Una quincena de voluntarios, todos socios de la Sociedad de Artesanos, realizaron el montaje de las máquinas que dispararán los miles de voladores de la Descarga de la tarde del lunes 16 de julio. Un trabajo laborioso, que los voluntarios realizan de forma automática tras años de práctica y que es clave para que el resto de cangueses y de visitantes puedan disfrutar del espectáculo pirotécnico único que ofrece Artesanos.
"Es otra forma de ver el Carmen, cuando están saliendo los voladores de las máquinas siempre pienso que ahí va parte de mi trabajo y es una satisfacción", apunta Alejandro Álvarez, encargado del Prao del Molín.
Ayer se realizó la primera parte del montaje en el Prao del Molín y en el Fuejo, pero para el día 16 tocará madrugar de nuevo y acabar de montar la máquina del parque de los Nogales y el final de la Descarga, que también se sitúa en el Prao del Molín. "Este es un trabajo importante, habría que pagarlo si no hubiese voluntarios, por eso la cosa está en que la gente participe, está abierto a quien quiera venir", apunta Álvarez.
Unos veinte años lleva Pepe Mestas trabajando en el montaje de la Descarga, del que es el encargado. "Estoy encantado aquí", señala. "Ahora colocamos las máquinas en curva para cumplir con la normativa de seguridad y este año bajamos una de las que estaba en el Fuejo, pero lo adaptamos porque no queremos quitar ni un volador", subraya Mestas.
Otro de los veteranos de la Descarga y de sus preparativos es Armanado Marinho, quien, a pesar de ser natural de Portugal, desde su llegada a Cangas se integró en las tradiciones del pueblo, la primera de ellas en el "robo" y puesta del "Arbolón". Fue encargado de montaje y pólvora durante muchos años y presume de haber sido el único extranjero que pudo prender la primera máquina del Prao Molín, un privilegio que ahora está reservado para los galardonados con la Medalla de Oro de Artesanos. "Cuando estás de encargado estás en tensión, la Descarga significa mucho para mucha gente, nos acordamos de la familia, los amigos, los padres?", revive Marinho.
En las nuevas generaciones también hay pasión por la Descarga. Los hermanos Pelayo Rodríguez, de 17 años, y Álvaro Rodríguez, de 14, son un ejemplo de ello. Llevan varios años asistiendo a la convocatoria de la seis de la mañana para montar y desmontar las máquinas de la Descarga. "Es un trabajo recompensado", confiesan. Hijos de cangueses, pero asentados en Oviedo, aseguran tener muy arraigada la tradición por la fiesta del Carmen gracias a sus padres.
"Esto es un experiencia, una tradición de nuestros padres que sentimos que es una obligación mantener, sobre todo, saber que la Descarga no se monta sola, sino que detrás de ella hay una historia, y para mí es un orgullo participar en ella", señala Pelayo Rodríguez.
Con todo preparado para el lunes, los voluntarios piensan en disfrutar el fin de semana con la vista puesta en la Descarga.
