El interés de los vecinos de El Rellayo y del Ayuntamiento de Cudillero en dar una solución al viaducto "fantasma" de Artedo, cerrado desde 2013 y con los accesos cortados, no ha caído en saco roto. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Asturias confirmaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA que el Ministerio de Fomento enviará a un técnico a la zona para comprobar el estado del puente y, en función de una primera evaluación, estudiar las opciones.
El gobierno de Cudillero solicitará que el antiguo puente de la carretera nacional 632 se abra para la práctica de deportes extremos, como el "puenting". Entre tanto, los vecinos y empresarios de El Rellayo y otros de núcleos cercanos piden mejor señalización y más mantenimiento debido al caso circulatorio que se genera en la zona, así como a la pérdida habitual de los turistas.
Desde que se abrió la Autovía del Cantábrico, el viaducto de Artedo está cerrado. El Ministerio de Fomento instaló una señalización "de obra y entonces temporal", según los vecinos, que se ha convertido con el paso del tiempo y ante la ausencia de obra alguna en definitiva.
Los vecinos lamentan que los visitantes que desean acceder, por ejemplo, a El Rellayo, se pierdan por la inadecuada señalización. Especialmente afectados están los negocios de hotelería y hostelería, que reciben continua quejas de los turistas porque no encuentran el destino. La vía que lleva al antiguo viaducto advierte de la prohibición de circular. Cerca se encuentra el desvío a El Rellayo, pero son muchos los que creen que el pueblo no tiene acceso porque confunden la entrada al núcleo con el tramo de la N-632.
