"Queremos que no se deje de leer a Miguel Delibes", defendió ayer Elisa Delibes, hija del escritor y presidenta de la fundación que lleva su nombre y mantiene vivo su legado. Ayer, en Navia, ante un nutrido grupo de estudiantes de los institutos Galileo Galilei, de Navia, y Elisa y Luis Villamil, de Vegadeo, habló de la faceta más personal de su padre al desgranar los contenidos autobiográficas de algunas de sus obras más conocidas.

"Mi padre tuvo una bonita biografía y la pudo haber escrito, pero siempre dijo que jamás lo haría porque lo consideraba algo arrogante", precisó Elisa Delibes, que siempre vivió con su padre, hasta su fallecimiento en 2010. "No soy la que más sé de su obra, pero sí de su persona", precisó. En este sentido, reveló que "Madera de héroe", "Señora de rojo sobre fondo gris" y "El príncipe destronado" son las tres obras "donde la realidad de Delibes se nota más". Aprovechó también para reivindicar algunos de sus escritos autobiográficos, como las "Memorias deportivas". "Pretendo reivindicar estos libros para los colegios. Son los más divertidos", apuntó.

Elisa Delibes estuvo acompañada por el director gerente de la Fundación, Javier Ortega, el director de relaciones institucionales de "El Norte de Castilla", Carlos Fernández Aganzo, y Amparo Medina, especialista en la obra de Delibes. Esta última aseguró que el vallisoletano "pasará a la historia como uno de los novelistas fundamentales de la segunda mitad del siglo XX" y destacó la variedad de su narrativa y su dominio del castellano.

La actividad se enmarcó en las jornadas sobre Delibes que durante dos días desarrolla el Foro Comunicación y Escuela. Estas jornadas continúan hoy en el instituto veigueño con la inauguración de dos exposiciones, una bibliográfica y otra compuesta por ilustraciones.