El regidor castropolense, José Ángel Pérez, está jubilado desde el pasado 31 de diciembre y el próximo mayo dejará sus responsabilidades de gobierno tras dieciséis años al frente del consistorio. Asegura que pasará a ser "militante de base" y confía en que los socialistas puedan mantener el gobierno local. Lo que no está claro es quién le dará el relevo en su partido, ya que todo apunta a que habrá un proceso interno de primarias para elegir al candidato del PSOE.
- ¿Fue una decisión difícil?
-No, lo tenía claro, ya en las últimas elecciones estuve dudoso y ahora ya lo tenía decidido y clarísimo desde el principio. Sabía que éste sería el último mandato. Decidí que era el momento de dejarlo y con buen criterio. No me arrepiento de mi decisión.
- ¿Qué es lo más difícil de ocupar la alcaldía tantos años?
-La dedicación y la presión continua. La gente siente o le parece que puedes hacer de todo y automáticamente y ni lo uno, ni lo otro. Hay un montón de cosas ingratas y que la gente no entiende, como por ejemplo, que haya dinero en el ayuntamiento y no lo puedas gastar.
- ¿Y lo más positivo?
-La satisfacción personal cuando las cosas salen, cuando haces algo importante para el municipio. El problema es que pasa como en el fútbol, son momentos que duran poco, porque en seguida llega el siguiente problema. El trabajo no se acaba y eso genera tensión y estrés en el día a día.
- ¿Le queda alguna espinita?
-Castropol merecía un puerto deportivo y no hubo forma humana de lograrlo. También Figueras merecía una inversión mayor en el suyo. Siempre hay cosas, como las aceras entre Barres y Figueras, que son de necesidad, pero estamos trabajando en ello y esperamos que quede enfocado.
- ¿De qué está más orgulloso?
-Todo es importante, pero la obra de restauración de la Casa Consistorial fue un hito porque queda para siempre y para todos.
- ¿Cómo ve la política de hoy en día?
-Desde 2003 a la actualidad se ha deteriorado mucho la política en general. Ves los debates en el Congreso y sientes vergüenza. Se miente con una facilidad y una falta de escrúpulos? También se judicializó todo de tal manera que por cualquier cosa te meten en el juzgado. Claro que hubo corrupción y hay que controlarla, pero creo que hay otras medidas que se pueden tomar. Tal y como están las cosas parece que todos somos unos delincuentes y lo cierto es que son muy pocos los ayuntamientos que de verdad han tenido problemas de corrupción. Hay un ambiente envenenado.
- Ya que habla de corrupción ¿se marcha tranquilo en ese sentido?
-Me marcho con algo menos de dinero con el que entré. El que venga a la política municipal pensando que va a ganarse la vida, que se olvide. Tampoco entiendo que los sueldos de los alcaldes deban de ir en función de la población, es como si me dices que un profesor en Vegadeo tiene que cobrar menos que uno de Madrid si va a tener la misma responsabilidad. Creo que para dignificar la política hay que controlar la corrupción, pero también ofrecer un sueldo digno a los políticos. La responsabilidad es la misma aquí que en Oviedo.
- En sus dieciséis años al frente del consistorio ¿en qué ha cambiado Castropol?
-Se hizo una importante labor de promoción tanto a nivel turístico como del municipio, en definitiva, se puso a Castropol en el mapa y en eso se avanzó. Está claro que se hicieron obras, pero las obras no son eternas y se deterioran, en cambio, esto permanece. Además, tenemos eventos importantes como el Corpus Christi, para el que se logró la catalogación de fiesta de interés turístico, o el festival de la ostra.
- Además de Alcalde es presidente del ceder Oscos-Eo y de la asociación de municipios de la Reserva InterEo ¿Cómo ve la comarca?
-La veo parecida a cuando llegué. Creo que se podrían hacer más cosas, pero los alcaldes siempre tiran para el terruño. Siempre procuré tener visión de comarca y es algo que se ha logrado especialmente en InterEo, donde se ha hecho una muy buena labor tomando decisiones por unanimidad. Fui a Madrid varias veces para solicitar la senda del tren minero de Ribadeo a Vilaodrid, un recorrido que no afecta a Castropol, pero es bueno para la comarca. En Oscos-Eo fue más difícil sacar adelante proyectos de comarca porque a la hora de justificar los proyectos es muy difícil y cada ayuntamiento debe presentar uno propio.
- ¿Fue buena la declaración de Reserva para el territorio?
-Sí, la Reserva fue buena. Otra cosa es que no esté funcionando como debería. El hecho de que sean dos Comunidades Autónomas es un handicap y también que la gestión esté lejos del territorio. La gestión actual es manifiestamente mejorable y estamos cansados de decirles por activa y por pasiva, que tenemos aquí la infraestructura para gestionarla.
- ¿El PSOE será capaz de mantener el gobierno de Castropol?
-Con toda garantía puede hacerlo. Tenemos una mayoría absoluta holgada desde hace 16 años y contamos con que las cosas no cambien. Creo que a veces los cambios revitalizan, hay que pensar que hay gente que con el mismo candidato da por sentado que va a ganar y no va a votar.
- ¿Y a nivel regional?
-Espero que Adrián sea el próximo presidente por el bien de Asturias. Es una persona joven, con iniciativa, ganas de hacer cosas y un gran conocimiento de Asturias y del partido.
- Tras dejar la Alcaldía ¿a qué se dedicará?
-A disfrutar de la vida, del paseo, de la lectura y sobre todo de la familia a la que tuve bastante abandonada estos años. Quiero agradecer a mi mujer e hijas la paciencia que han tenido todos estos años en los que no pude dedicarles todo el tiempo.
