Nos resulta tremendamente complicado explicar con palabras lo que hemos visto esta tarde en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), todo nuestro conocimiento e imaginación no son capaces de describir lo sorprendente e impresionante que es el acelerador de partículas y todas las aplicaciones prácticas de las que se beneficia este gigantesco y fascinante centro de investigación, el mayor laboratorio científico del mundo, situado entre la frontera de Francia y Suiza.
En primer lugar, nos gustaría agradecer a los profesores de Física de la Universidad de Oviedo Isidro Caballero y Xuan González el cariño y profesionalidad con el que han organizado la visita, con la ayuda de Laura Baiguera, brillante exalumna de nuestro instituto de Vegadeo.
El centro de interés del CERN es la física fundamental y posee el acelerador de partículas más grande del mundo. Nos han explicado que sus instrumentos fundamentales en este estudio son los colisionadores de partículas y los detectores, que registran estas colisiones. Con estos datos intentan comprender mejor el origen y la composición del universo, buscando al mismo tiempo aplicaciones prácticas como ya sucede en medicina.
Fue fundado en 1954 y España es uno de los países que participó en su creación. Nos ha llamado especialmente la atención que la incidencia que tienen en el CERN otras disciplinas científicas además de la física. Aquí trabajan matemáticos, ingenieros, informáticos y técnicos de diversos ámbitos.
Por otra parte, los profesores nos han explicado que la colaboración internacional en este magnífico proyecto sostiene realmente el funcionamiento del CERN. Hay más de 100 nacionalidades presentes entre empleados e investigadores.
Además, hemos aprendido que el CERN ha impulsado el modelo estándar como teoría física de la explicación de la realidad, cuyo fundamento es la teoría cuántica y el cálculo de probabilidades.
Mientras vemos cómo cae la noche en el CERN, pensamos en las palabras que José Saramago decía sobre el viaje: "el viaje no acaba nunca. Solo los viajeros acaban? Es necesario ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se vio en verano, ver de día lo que se vio de noche,?".
Tenemos la sensación de haber descubierto un mundo nuevo, un planeta diferente inexplorado, y algunos estamos pensando que, efectivamente, Saramago tenía razón, queremos seguir viajando y conociendo, algunos queremos, soñamos incluso, volver al CERN pero como estudiantes o investigadores. El viaje ha tenido sentido, a pesar de nuestros miedos iniciales, pensamos que esta experiencia ha extendido las fronteras de nuestro conocimiento de la vida. Muchas gracias a Francisco Rodríguez y a Reny Picot y al Foro Comunicación y Escuela por haber ampliado los límites de nuestro conocimiento en una aventura inimaginable e irrepetible.
