El Ayuntamiento de El Franco ha decidido elevar de los veinticinco actuales a los treinta metros la distancia mínima que debe haber entre las plantaciones forestales y los núcleos rurales o viviendas, así como al suelo urbano y urbanizable. Es uno de los principales cambios introducidos en la Ordenzan municipal reguladora de la distancia entre plantaciones y fincas de labor y praderas, una "asignatura pendiente" tras el gran incendio que registró el concejo a finales de 2015.
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Explica la Alcaldesa, Cecilia Pérez, que han tardado un tiempo prudencial en introducir cambios porque no es una buena idea hacer modificaciones "en caliente". "Cuando el incendio todo el mundo pedía ser mucho más restrictivo, elevarlo hasta cien metros, pero nosotros intentamos combinar los intereses del propietario con la protección de las viviendas, los caminos y las zonas más pobladas", apunta. En este sentido, Pérez, explica también que lo que se ha hecho en buena medida es equiparar la normativa local a la autonómica, para evitar "los problemas y las inseguridades que se le generan ahora a los propietarios".
Además de fijar la distancia mínima en treinta metros, también se ha establecido la prohibición de plantar determinadas especies, más sensibles al fuego, caso del pino, el eucalipto y la acacia, a menos de setenta y cinco metros de las viviendas. En este caso además, la distancia mínima entre plantones deberá ser de 7 metros. "Cuando el incendio se vio que tener pinos al lado de las casas es un riesgo y si no quemaron más viviendas fue por la gente, que estuvo defendiéndolas", añade la regidora.
Por su parte, se mantiene en diez metros la distancia entre las plantaciones y los terrenos agrícolas y ganaderos y en tres metros la distancia a pistas forestales y caminos rurales. Tampoco se modifica la distancia a las captaciones de agua, que se mantiene en veinticinco metros.
La regidora indica que esta modificación no tiene carácter retroactivo y solo se aplicará en los casos de nuevas plantaciones.