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Los dueños de la discoteca de Tapia deben presentar un plan de derribo en diez días

"De manera inmediata hay que intervenir en la fachada delantera, que peligra", advierte la alcaldesa, Ana Vigón, tras reunirse con la propiedad

La fachada principal, llena de grietas, ayer. TANIA CASCUDO

El Ayuntamiento de Tapia ha concedido un plazo de diez días a los propietarios de la vieja discoteca de la villa para que presenten un proyecto de demolición para este céntrico inmueble. El tejado del edificio se vino abajo el pasado jueves, en pleno lleno por Semana Santa, lo que obligó al consistorio a actuar de emergencia ese mismo día y derribar parte de la fachada trasera para evitar daños en las vías públicas.

La alcaldesa de Tapia, la socialista Ana Vigón, mantuvo ayer un encuentro con dos de los herederos de la propiedad para evaluar la situación y el futuro de este edificio, ubicado en pleno centro de la villa y en uno de los accesos al puerto de la localidad. Además de exponerles la necesidad de presentar un plan de derribo en diez días, el gobierno local exigió a los propietarios una actuación urgente en la fachada principal. "De manera inmediata deben intervenir en la fachada delantera, pues está llena de grietas y peligra. Se les exige garantizar la seguridad", precisa Vigón, quien indica que bien pueden tirar la fachada o bien apuntarla hasta que proceda al derribo completo.

Una vez se presente el plan de derribo y el Ayuntamiento lo apruebe si cumple con los requisitos, los propietarios tendrán un plazo de quince días para ejecutar la demolición. Así las cosas, y si no hay demora en los plazos previstos, la discoteca TapiOK será historia en, aproximadamente, un mes. La Alcaldesa tapiega ha querido responder también a las críticas de algunos vecinos por la intervención realizada el jueves en el edificio. En concreto, algunas personas llamaron la atención sobre el hecho de que la cubierta del inmueble es de uralita y, por tanto, su retirada debe estar sujeta a un estricto protocolo por los riesgos derivados del amianto. En este sentido, Vigón explicó que los trabajadores municipales solo actuaron en parte de la fachada: "En ningún momento se manipuló la uralita. Solo se tiró el pico de la fachada trasera porque tenía riesgo de derrumbe. La gestión de la uralita corresponderá a la empresa contratada por los propietarios para la demolición".

El consistorio tapiego cerró el jueves el acceso al muelle por la zona de la discoteca para evitar riesgos, y el viernes se reabrió estableciendo un perímetro de seguridad alrededor del edificio. Este perímetro obligó a anular provisionalmente varios de los aparcamientos en batería ubicados frente al edificio. Es posible que esta situación se mantenga hasta el derribo completo de la estructura.

Cabe recordar que el Ayuntamiento ya requirió hace semanas a los propietarios de este edificio (sin actividad desde 2014), dado su mal estado de conservación. Fruto de este requerimiento se hizo una pequeña intervención en la fachada, retirando una parte que amenazaba con desplomarse.

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