Las familias de Santa Eulalia de Oscos volvieron a secundar ayer de manera mayoritaria la decisión de no enviar a sus hijos al comedor escolar mientras continúe al frente el actual cocinero. Protestan así por el "grave" episodio de la semana pasada, cuando este profesional se presentó a trabajar en un evidente estado de embriaguez, un episodio que se suma a otros incidentes similares ocurridos en los doce años que lleva en el aulario santallés, que forma parte del colegio rural Oscos.

Las familias aún no han tenido respuesta de Educación a la petición formulada ayer para tener una reunión urgente con la consejera, Carmen Suárez. Ayer también remitieron su escrito de protesta al departamento de Función Pública, después de que fuentes de Educación indicaran que el trabajador depende de este departamento por ser personal laboral de la administración.

Según ha podido saber este periódico, el cocinero se presentó ayer en el centro y, a la vista del revuelo mediático provocado por la queja de las familias, recogió sus cosas y se marchó. El hombre no había vuelto al trabajo desde el jueves, cuando la Guardia Civil tuvo que presentarse en el centro. El viernes y el lunes el centro contrató la comida con un restaurante local.