"La angustia te puede y actúas". Lo dice Emilia Fernández, voluntaria de la asociación "Siguiendo tus huellas" de Valdés, una de las personas que ha tomado "todas las medidas de seguridad posibles" para que los animales antes abandonados y hasta hace días en un refugio tutelado por el colectivo no se queden sin cuidados durante el estado de alarma.
El colectivo valdesano recoge animales de la calle, fundamentalmente gatos, desde noviembre de 2016, cuando se fundó. En todo este tiempo han logrado salvar de una mala vida a más de 200 felinos. Su fórmula para hacer del cuidado de la fauna más cercana al ser humano un ritual más es conocida en Valdés, donde tiene muchos apoyo. Ellas (son solo mujeres) se encargan de coger a los felinos para después esterilizarlos. Los dejan tras la operación en un refugio, adonde cada día durante las 365 jornadas del año acude una voluntaria que limpia la estancia y ofrece comida y bebida a los animales. Entre tanto, les buscan una familia, "la definitiva".
La presidenta de la asociación, Patricia Serrano, explica que toda esta loable labor se vio interrumpido por el estado de alarma. "Planteamos ir dos veces por semana al refugio, pero no queríamos ni exponer a la persona que se tenía que desplazar al coronavirus, ni a los animales a una regresión", explica. Al final, acordaron hacer un hueco a los gatos en sus casas. Tienen familia temporal "León", "Juana", "Azabache", "Nero", "Indio", "Venus", "Pluma", "Crema" y "Blue". Dos, "Balú" y "Tatiana", están en una residencia. El colectivo agradece el esfuerzo porque todos los voluntarios tienen más animales.
