Un espacio didáctico y cultural que ilustre al visitante sobre lo que ocurrió en Arnao entre 1937 y 1943. El gobierno castropolense quiere visibilizar el campo de concentración establecido durante seis años en el concejo y por el que pasaron un mínimo de 2.140 personas, enmarcándolo dentro de una ruta turística y cultural que uniría la capital del concejo con la playa de Penarronda. "Se trata de dignificar ese espacio y a las personas que pasaron por allí", apunta el alcalde, Francisco Javier Vinjoy.
"Estamos pensando en la posibilidad de crear un espacio vinculado a la memoria histórica, algo físico con un valor didáctico y cultural que sirva para hacer un reconocimiento a las personas que han padecido esas circunstancias y darlo a conocer a las generaciones futuras", añade el regidor, consciente de lo poco conocida que es esta instalación franquista. Hoy no queda rastro de ella y en su lugar hay un campo de tiro, un aeródromo y un área recreativa. Solo un monolito, erigido hace años por la Agrupación Socialista de Castropol, recuerda que allí existió un campo de concentración. Con el agravante de que esta escultura es blanco de innumerables actos vandálicos y pasa buena parte del año cubierta de pintadas. En este sentido, el regidor anuncia una próxima limpieza: "Es una situación recurrente. También ha estado rota la placa y se ha repuesto. Lógicamente se limpiará próximamente".
Vinjoy es consciente del papel relevante que juega en su proyecto para divulgar lo acontecido en el campo el libro que acaba de editar el figuerense Fernando García: "Memoria de Arnao. Campo de concentración de Figueras". "Es un elemento a considerar, de gran valor para enfocar este proyecto", apunta el regidor.
El gobierno castropolense considera que un centro ligado al antiguo campo de concentración es el complemento perfecto para su ruta costera, que pondría en valor otros elementos patrimoniales como el fuerte de Arroxo. La ruta recorrería prácticamente todo el litoral castropolense. Aunque buena parte del trayecto está transitable quedan zonas por abrir, como la que va de Arnao a Penarronda.
Este proyecto forma parte del plan de sostenibilidad turística que el consistorio castropolense acaba de presentar a una línea de ayudas estatales. Si reciben luz verde, tocaría diseñar en detalle cada propuesta.
