Luz verde al paseo marítimo de la ría de Navia, un proyecto estancado desde hace décadas y que ahora inicia una nueva etapa con las expropiaciones forzosas de cinco propiedades privadas.
El Ayuntamiento acaba de aprobar el llamado "anejo expropiatario", un trámite necesario e ineludible para disponer de los terrenos de propiedad particular comprendidos entre la dársena del puerto y el parque Ramón de Campoamor. En total, se prevé abonar 246.209,9 euros entre los cinco afectados, en cuantías diferentes en función de la zona a expropiar.
El montante global ha sido calculado por la Sociedad Mixta de Gestión y Promoción del Suelo (Sogepsa) "y tiene el visto bueno de sus técnicos", aclara el Alcalde, Ignacio García Palacios. El regidor sale al paso de las críticas que ha recibido por parte de algunos propietarios, que no consideran justo el precio. "El Ayuntamiento no puede intervenir ni proponer que se pague más o que se pague menos", destaca García Palacios, quien recuerda que el gobierno sí accedió a desechar la unidad de actuación de esta zona con el fin de catalogar todos los terrenos afectados (tal y como logró un propietario tras un largo proceso judicial) como urbanos.
De este modo, los terrenos no se ceden de forma gratuita como preveía la unidad de actuación, sino que habrá expropiación. "Más allá de eso no podemos intervenir", opina el regidor. Ahora se abre un proceso para que los propietarios disconformes puedan reclamar otra tasación o incluso recurrir por vía judicial.
En todo caso, los terrenos se pondrán a disposición de la Demarcación de Costas para hacer este paseo marítimo y los saneamientos que estaban pendientes en la zona. El Alcalde recuerda que en los últimos años se hicieron reuniones con los propietarios afectados y a partir de ahora "no se puede dialogar nada que no sea lo justo, lo marcado por los técnicos".
Los terrenos expropiados servirán para hacer un paseo de seis metros de ancho, según el proyecto inicial. En opinión del Alcalde, "se trata de generar espacio urbano y de ocio", evitando "dar la espalda a la ría, como sucede ahora".
En el desarrollo de este proyecto, vinculado al plan de fachadas, están implicadas tres administraciones: el Ayuntamiento, el Principado y el Gobierno central.
