Son días tristes para San Bartolomé de Otur y Santiago de Arriba, en Valdés. Las dos parroquias despiden a quien fue su párroco durante casi cincuenta años, José Antonio García Siñeriz, fallecido el martes en el hospital comarcal de Jarrio. José Antonio García, natural de Boal (1961), vivía en este concejo con sus hermanos tras jubilarse en 2019. Pasó las últimas décadas en la casa rectoral de Otur y es “parte de nuestra historia”, resalta la expresidenta de la asociación de vecinos y catequista María Asunción Iglesias. “Casó a matrimonios que hoy son abuelos”, cuenta.

José Antonio García era una persona muy querida y siempre atenta a las necesidades de sus fieles. Cuentan en Otur que era habitual que hiciera una pregunta “¿Alguien necesita ayuda?”. Le gustaba la discreción y siempre prestaba ayuda “sin que se supiera”. En el pueblo le recuerdan también por colaborar activamente en asuntos alejados de la iglesia, pero sociales y muy importantes para ampliar o mantener la calidad de vida de los vecinos. Por ejemplo, ayudó a poner en marcha la traída de agua.

“Estamos muy tristes”, aseguró Iglesias, a quien como exrepresentante vecinal y persona cercana al difunto no dejaban ayer de llegar pésames.

Pese a la paulatina pérdida de población de los pueblos del occidente asturiano, el párroco fallecido siempre tuvo fe en la zona rural. En Otur y Santiago le rendirán homenaje en las respectivas iglesias el próximo domingo. A las 10.30 horas en Santiago y a las 11.30 horas en Otur. Más adelante y siempre que la pandemia lo permita, se celebrará un funeral en Otur.

Los restos del querido párroco descansarán para siempre en Boal, el lugar al que quiso volver tras su retiro. Ayer los pésames llegaron de distintas partes de Asturias porque el religioso fue coadjutor en San Martín de Moreda (Aller) entre 1961 y 1962, regente y económico de San Pedro de Villayón y su filial Santa María de Oneta entre 1962 y 1969; encargado de la parroquia de San Bartolomé de Parlero de 1962 a 1972; párroco de San Bartolomé de Otur desde 1972; consiliario comarcal de juventud agraria y rural católica femenina del Occidente en 1972; arcipreste de Luarca entre 1985 y 1988; párroco de Santiago de Arriba desde 1986; y administrador parroquial de Santa Marina de Puerto de Vega y Nuestra Señora de la O del Vidural de 2005 a 2006.