El hórreo del campo de La Regalina ya está restaurado y lucirá con plenitud antes del verano en el campo de La Garita antes. La construcción se encuentra en el concejo de Nava, en la carpintería Ovín, y allí permanecerá hasta que pueda viajar a Cadavedo, en Valdés.

El presidente de la Sociedad Popular La Regalina, Marcos Fernández, muestra su “satisfacción” por poder contar finalmente con el hórreo en agosto, cuando se celebrará la fiesta patronal. “Estamos muy contentos y muy agradecidos”, destaca.

El restaurador, Alfredo Ovín, indica a este diario que se han recuperado piezas que estaban “muy dañadas, como los trabes y las corondas”. La cubierta es nueva, algo que dará seguridad a la construcción.

La reconstrucción fue posible gracias a aportaciones particulares, de colectivos con arraigo en la zona, como la sociedad que organiza la boda vaqueira en la braña de Aristébano, y a los ahorros del colectivo. La Sociedad valdesana ha pagado una parte de los trabajos y queda otra pendiente que se irá abonando a media que haya liquidez, según Fernández. En total, necesitaron para hacer frente a la restauración 12.000 euros, una cantidad “importante” si se tiene en cuenta el presupuesto anual de la sociedad. El colectivo tiene 220 miembros y la cuota anual por persona son 18 euros.

Fue el Ayuntamiento de Valdés el que, el pasado 1 de enero, contrató a una empresa especialista para recuperar la construcción, que a punto estuvo de caer a una playa por su cercanía a un gran argayo. Finalmente, se pudieron salvar todas las piezas del hórreo en una operación arriesgada y costosa. En total, se invirtieron casi 36.000 euros. Tras su recuperación, la Sociedad Popular La Regalina, propietaria del lugar donde se encuentra la construcción y del propio hórreo, se encargó de buscar fondos para la restauración.

Imagen de la construcción, que viajará a Cadavedo desmontada. | LNE

Ahora, espera por el permiso de la Demarcación de Costas para reubicar el hórreo en un lugar que se decidió el pasado domingo en una votación popular. Una vez que las piezas, que llegarán sin montar, se encuentren en Cadavedo será un grupo de socios del colectivo el encargado la colocación. Según los vecinos conocedores de la historia local, el hórreo de La Regalina llegó a Cadavedo en la década de los setenta. Procedía de Ballota y fue donado por una vecina.

La construcción, según los especialistas, no es muy valiosa por su dimensión, materiales ni antigüedad, pero es un icono para Cadavedo y para Asturias. Cerca del hórreo siempre se celebró el día grande de La Regalina. Además, fue testigo durante décadas de los bailes tradicionales que se celebran el día grande de las fiestas de La Riegla. Ahora el pueblo ya ha decidido donde instalar el tablado (cuyos apoyos se perdieron con el argayo) para volver a bailar mirando al mar Cantábrico.