Pastur despidió hoy al Alcalde de Illano, el socialista Wenceslao González, fallecido el pasado miércoles a los 53 años de forma repentina. Lo hizo con lluvia y niebla, unas condiciones climáticas adversas a tono con el ánimo y que no disuadieron a las centenares de personas entre familiares, vecinos, amigos y políticos, que acudieron a su homenaje final, celebrado en el santuario de Pastur.
El funeral estaba previsto a las doce del mediodía y una hora antes los vehículos ya colapsaban el estrecho acceso al santuario, muy cercano al pueblo de residencia del fallecido (Carbayal) y corazón de los fieles a la virgen del mismo nombre. “Fue sobre todo, un hombre bueno”, dijo su compañero de política y exalcalde de Illano, Leandro López.
Con López, Wenceslao González compartió años de gobierno como teniente de alcalde y de López, que estuvo 32 años en el gobierno de Illano, cogió el testigo como regidor en junio de 2019. “Tenía ideas y estaba entregado; además le gustaba la política”, opinó el exregidor, muy afectado por lo ocurrido.
Cerca, los vecinos mostraban su impacto y sorpresa con la inesperada muerte. A Wenceslado González, el alcalde “cercano y amable”, la dio un infarto fulminante en casa de un amigo mientras, según contaron ayer, tomaba un café. Justo López declaró con lágrimas en los ojos que si el fallecido era una persona “muy querida, era por algo”. Gabino López también lamentó su pronta pérdida. “Era buena persona y siempre tenía en cuenta las necesidades de los vecinos”, afirmó. Luis Fernández y Antonio Pérez, también vecinos de Illano, comentaron en la entrada al santuario, justo en el pasillo por donde más tarde accedería el féretro, la fatal suerte del Alcalde y de su familia. “No es justo, pero es la vida”, comentó el primero.
En el funeral, el párroco Adán Fernández recordó a “Wences” como un “un servidor desde la política, un vecino de esta parroquia y un amigo entrañable” y agradeció la “solidaridad” con su mujer y sus dos hijas, ambas menores.
En el ámbito político los lamentos fueron numerosos. El alcalde de Taramundi, César Villabrille, asegura que ha perdido “a un amigo”. “Representaba a los valores de un alcalde de estas zonas rurales”, señaló el alcalde de Allande, José Antonio Mesa. Su homólogo de Grandas de Salime, Eustaquio Revilla, comentó que “se desvivía por lograr mejoras para su concejo”, opinión que también compartió la alcaldesa de Villayón, Estefanía González.
A la cita acudieron, en representación de la FSA, la diputada Gimena Llamedo, también los diputados Alba Álvarez (PSOE) y Álvaro Queipo (PP); y la consejera de Presidencia, Rita Camblor, así como el director general de Administración Local, Manuel Calvo, entre otros.
