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Disputa vecinal por el camino a El Corralín (Degaña): intentan paralizar su arreglo

“Es público, estamos poniendo dinero los vecinos y, encima, unos pocos quieren parar la obra”, critican los promotores de los trabajos en el lugar

Inicio del camino de acceso a El Corralín. | Reproducción de D. Á.

Vecinos de los pueblos de El Bao, Sisterna y Trabáu con raíces en la localidad de El Corralín, desde hace años prácticamente abandonada y solo habitada por la francesa Francine, están realizando estos días una obra de acondicionamiento del camino de acceso. El objetivo, además de conservar el camino, es poder facilitar el paso de un pequeño tractor para poder llegar hasta un puente situado en mitad del recorrido que, aseguran, “está a punto de caerse” y que necesita de una viga para poder conservarlo. Así que facilitar el transporte del material para poder hacer el mantenimiento del puente es lo que ha movido a los vecinos a pedir permiso al Ayuntamiento de Degaña para desarrollar la obra e impedir que el deterioro llegue un día a no dejarles llegar hasta las propiedades que aún tienen en El Corralín.

No obstante, la obra no fue recibida con buenos ojos por todos los vecinos que están vinculados a la zona y un pequeño grupo ha intentado detenerla al considerar que se estaba realizando un ensanche del camino. “Me parece una atrocidad, siempre estuvieron denegados los permisos para hacer obra en el camino, no se podía ampliar y ahora están haciendo un amasijo”, considera la vecina denunciante, que prefiere mantenerse en el anonimato.

La queja hizo que la obra recibiese la visita de la guardería de Medio Rural y de Seprona, pero sin que llegasen a paralizarla. “Seguimos trabajando y seguramente hoy (por ayer) quede terminada, no nos la pudieron parar porque tenemos todos los permisos en regla y estamos haciendo lo que marcan, nada más”, explica uno de los promotores de la actuación, Arsenio Sal.

Para realizarla, contrataron una pequeña pala excavadora, pero aseguran que en ningún momento se está ampliando el camino ni tirando árboles. “Lo único que hacemos es arreglar el camino, que estaba muy malo, todo deshecho por los jabalíes, con la idea de poder llegar al puente, que también lo queremos arreglar”, explican, y aseguran que no entienden por qué el trabajo que están realizando está causando rechazo por parte de algunas personas.

“Es un camino público, estamos poniendo dinero los vecinos para arreglarlo y, encima, nos encontramos con que quieren parar la obra”, lamentan los promotores, que defienden que su única intención con la iniciativa es mantener el acceso al pueblo.

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