El Parque de la Vida, situado en La Mata (Valdés), acaba de cerrar el capítulo de la larga tramitación para regularizar los espacios en los que Luis Laria ha ido desarrollando el complejo museístico destinado especialmente a la educación ambiental. El Ayuntamiento de Valdés envió esta semana al fundador del proyecto una carta en la que se confirma la regularización y legalización del equipamiento, que se aprobó en una Junta de Gobierno hace un mes. Un trámite administrativo que Laria comenzó a inicios de 2018 y, aunque en un principio se pensaba que se demoraría tan solo unos meses, la realidad es que se ha alargado años, llegando a desmoralizar al promotor, quien confiesa que tuvo momentos en los que pensó en tirar la toalla.

En realidad, este proceso de regularización no conllevó ningún cambio en el funcionamiento del Parque de la Vida, que pudo seguir con su actividad habitual, pero sí un quebradero de cabeza para su responsable, debido a la ingente burocracia a la que tuvo que hacer frente, así como al desembolso económico.

“Contaba con permisos de palabra y el apoyo de los diferentes alcaldes, pero había que hacer una legalización real”, explica Luis Laria, que en el momento en el que inició el proceso vio cómo tuvo que hacer frente a una tramitación igual que si su proyecto fuese una industria. “El parque son tres hectáreas en las que se hizo una forestación creando un bosque de más de 2.450 ejemplares de 214 especies, además la actividad que se realiza es de educación ambiental. Sin embargo, tuve que realizar los mismos trámites que si hubiese montado una industria”, lamenta, Y añade que lo único que ha generado su proyecto “fueron beneficios ambientales y recursos positivos para Valdés”.

Agradece el interés que siempre ha encontrado en el Ayuntamiento de Valdés para intentar dar una solución al proceso y, a pesar de los años de espera, asegura que la resolución ha sido bienvenida, ya que espera que esta legalización sirva de garantía para la continuidad de su proyecto. No obstante, reclama que las administraciones actualicen su forma de trabajar para poder agilizar las tramitaciones, más aún cuando “estamos ante un proyecto que pueda tener relevancia social, porque las personas que tengan interés en llevar a cabo un proyecto como el mío pueden quedarse por el camino, con la pérdida que eso supone tanto en empleos como en generar actividades”.

Por el Parque de la Vida han pasado a lo largo de los años miles de niños para recibir formación medioambiental y concienciación sobre su entorno.

Valdés declarará de interés social el equipamiento


El Ayuntamiento de Valdés llevará al Pleno de finales de mes la declaración de interés social para el Parque de la Vida, después de la legalización de todas sus instalaciones. Esta declaración supondrá que el equipamiento pueda beneficiarse de las bonificaciones que se recogen en las ordenanzas municipales para las actividades que tienen este reconocimiento, con lo que podrá acudir a la rebaja del impuesto de construcciones, pudieron recuperar un porcentaje alto de las tasas que pagó. Ante esta declaración, Luis Laria reconoce que cree que es “lógica”, puesto que se ha demostrado que el Parque de la Vida “es un bien para todos y que aporta beneficios para el municipio”.