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Gondán bota el primero de los diez ferries de Portugal, que estará listo en noviembre

El astillero adecua el muelle sur de Castropol para poder rematar las embarcaciones en el agua y evitar así el habitual traslado a Ribadeo

Dos grúas de gran tonelaje depositan el barco en la ría del Eo. | T. Cascudo

“Cegonha Branca” (cigueña blanca en portugués) es el primero de los diez ferries eléctricos, pioneros a nivel mundial, que Gondán construye para Portugal y, desde ayer, está en el agua. La embarcación, que con sus cuarenta metros de eslora es la más grande construida en la división de fibra del astillero castropolense, estrena además punto de atraque en el muelle sur de Castropol. El objetivo es evitar el hasta ahora habitual traslado de las embarcaciones de fibra al muelle de Ribadeo para los remates finales.

“Nos suponía inconvenientes y perder tiempo, así que ahora lo podremos hacer todo aquí y eso nos permitirá mejorar los procesos”, señala el director técnico de la división de fibra, Enrique Castilla. Explica que para facilitar el atraque se han instalado unos pontones metálicos de quince metros de largo en el muelle, previo dragado de la zona. Este punto de atraque se estrenó ayer tras la siempre “compleja” maniobra de botadura en la que dos grúas de enormes dimensiones izaron el barco y lo depositaron en la ría del Eo.

“También es el barco más pesado que hemos construido aquí, ahora mismo pesa unas 125 toneladas y cuando le instalemos las baterías pesará 160 toneladas”, señaló Castilla, consciente del reto que supone este pedido encargado por el operador de transporte fluvial de pasajeros de Portugal, Transtejo. Se trata de entregar antes del verano de 2024 una flota de diez barcos muy singulares: son los ferries de pasaje más grandes que se han construido en España y llaman la atención en el mundo por ser totalmente eléctricos. Se ocuparán de transportar viajeros por la desembocadura del río Tajo, en la ciudad portuguesa de Lisboa, en una apuesta por la sostenibilidad.

Maniobras de amarre en la zona de atraque habilitada en el muelle sur. | T. C.

Y un detalle curioso: cada uno llevará el nombre de un ave del espacio protegido de la desembocadura del Tajo. Durante los próximos dos meses tocará ultimar la embarcación botada ayer. No solo está pendiente la “acomodación interior”, caso de las butacas para los pasajeros, sino también la “compleja” conexión eléctrica. De esta parte, que supondrá unos dos meses más de trabajo, se ocuparán cuatro técnicos de la multinacional ABB desplazados desde Noruega.

En septiembre el barco hará las pruebas de navegación por la ría del Eo y se entregará en noviembre. Eso si la denominada crisis de los materiales no interfiere en el proceso. Señala Castilla que hasta ahora les ha provocado el encarecimiento de algunos equipos, sobre todo los que llevan aluminio o acero, y también el retraso en algún suministro. Por ejemplo, esperan recibir estos días las baterías que debían haber llegado a Castropol a finales del año pasado.

Tras esta botadura, la división de fibra de Gondán debe mover el puzzle que tiene montado en el interior de las naves del muelle sur. Los otros tres barcos en construcción actualmente avanzan una posición y queda sitio para el quinto barco, que empezará hoy mismo a producirse. Castilla señala que ahora están en el pico máximo de empleo, con ochenta y tres personas contratadas y momentos puntuales en los que se superan los cien empleados.

La estructura de atraque estrenada ayer no es la única novedad que tiene el astillero en el muelle sur, pues ya están dragando la zona en la que van a construir la rampa de botadura que evitará el uso de grúas de gran tonelaje para echar al agua las embarcaciones. Gondán espera que esté en servicio en unos tres meses y medio y, si no hay cambio de planes, se estrenará con el tercero de los diez ferries portugueses.

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