A Francisco Bustelo –Quico, como todos le conocen en Pesoz– se le hizo ayer un nudo en el estómago al ver a todos sus vecinos arropándole en uno de los días más especiales de su vida. Muy emocionado, solo pudo expresar la profunda gratitud que siente por haber sido nombrado hijo predilecto de Pesoz, el concejo donde nació hace 58 años y donde colabora intensamente con todas las actividades que se realizan.
Precisamente por su «entrega, humanidad, inocencia, paciencia, alegría, bondad, constancia» e infinidad de atributos más, la asociación «A Casanova» planteó el pasado junio al Ayuntamiento de Pesoz esta distinción a Bustelo, que tiene síndrome de Down. La propuesta consiguió infinidad de adhesiones de particulares y colectivos, y ayer se hizo realidad con un emotivo acto desde el balcón de la casa consistorial. El nombramiento coincidió, además, con el «día grande» de las fiestas patronales de la villa de Pesoz. «Fue una fiesta inolvidable, se hizo historia», subrayó Rosi Álvarez, presidenta de la asociación «A Casanova».
«El acto fue precioso, el público estaba entregado y él muy emocionado. La gente lloraba, fue todo muy bonito. Quico tiene una personalidad arrolladora, única. Es el mejor vecino y solo se pueden decir cosas buenas de él», resume Álvarez, que acompañó al homenajeado en todo momento.
El hermano mayor de Quico, Pepe Bustelo, ejerció de portavoz familiar para expresar a LA NUEVA ESPAÑA la gratitud por este nombramiento. «Quico está muy emocionado, fue un día muy especial para todos, porque todo el pueblo estaba allí y demostró que lo quiere con locura. Es un orgullo enorme», explicó, antes de agradecer también la participación de todas las asociaciones y de la Corporación municipal en el acto.
Pepe Bustelo quiso destacar también el cariño con el que todo el mundo ha tratado siempre a su hermano, sin que su discapacidad haya sido un obstáculo para su plena integración. «Este pueblo es especial porque siempre lo trataron como a uno más, la gente lo quiere mucho. Este reconocimiento tiene para su familia un valor incalculable», añadió.
En el balcón de la casa consistorial tomó la palabra el alcalde de Pesoz, Jesús Fernández, quien destacó el buen hacer del homenajeado. «Durante más de medio siglo, ha sido una persona de referencia para el concejo y alrededores, tanto para los vecinos como para los visitantes», indicó el regidor, quien destacó que Quico es uno de esos vecinos con «infinitos méritos de los que no se pueden enmarcar en una pared».
A Bustelo se le hizo entrega de una medalla y de un diploma. A continuación, estampó su firma en el libro de honor del Ayuntamiento. Quico entra a formar parte de la mejor historia de Pesoz.