Los pueblos del valle del Pigüeña (Somiedo), sin teléfono fijo desde el 8 de diciembre

"Se avisó mil veces", denuncia el Alcalde, que ve necesaria una norma que imponga sanciones a las empresas en este tipo de situaciones

Belarmino Fernández Fervienza.

Belarmino Fernández Fervienza. / Sara Arias

Los pueblos del valle del río Pigüeña, en Somiedo, están sin señal de teléfono fijo desde el pasado 8 de diciembre. Una avería en los repetidores de Robledo y Corés mantiene incomunicados a los vecinos de varias localidades pese a que el Ayuntamiento ha tratado de comunicarse con la compañía de telecomunicaciones sin obtener respuesta. "Se avisó mil veces y la información es nefasta. Tienen un contacto que hasta el 10 de enero no atiende peticiones y unos responsables en Asturias que no cogen el teléfono. Es más difícil hablar con ellos que un ministro", denuncia el alcalde, Belarmino Fernández Fervienza.

El regidor señala que es un problema recurrente en el municipio y que cada vez que sucede, los usuarios afectados permanecen semanas sin teléfono "y a veces incluso se quedan también sin el móvil y sin internet". Fernández achaca los fallos de red a la falta de mantenimiento de los equipos, con 17 repetidores repartidos por el concejo. "Si pasa esto en las ciudades la gente está como mucho unas horas sin teléfono porque enseguida van a poner unos equipos auxiliares, pero en la zona rural, no solo en Somiedo, no es así y nos tiramos semanas hasta que lo arreglan", afirma. Una situación que es "una vergüenza e intolerable", añade el alcalde somedano.

El problema en el valle del Pigüeña que afecta estas semanas a los vecinos de la zona tiene que ver, asevera Fernández, con "uno de los mayores errores de este país, que fue cuando José María Aznar privatizó Telefónica porque desde ese momento ya no presta un servicio público". "Entiendo que son empresas privadas pero están haciendo una labor pública y se les debería obligar a cumplir", añade.

En ese sentido, el alcalde de Somiedo cree que es necesario exigir a las compañías de telecomunicaciones que cumplan con la dotación de servicios en la zona rural, cuyos vecinos también pagan la factura, destaca.

"Es necesario buscar una normativa que les obligue a mantener en las mismas condiciones que en las ciudades los servicios que ofrecen, por ejemplo, con indemnizaciones terroríficas. Si tuviesen que pagar un millón de euros de multa, estoy seguro de que no lo volverían a hacer y mantendrían todo de manera adecuada", concluye.

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