El jerezano Eduardo Aguilar debuta con éxito en el papel de Cristo del Vía Crucis de los Oscos: "Es mucha responsabilidad"

Alrededor de un centenar de vecinos de Villanueva participan en la recreación de la Pasión según San Marcos

T. Cascudo

Cuando Eduardo Aguilar recaló en Villanueva de Oscos hace unos meses poco o nada se imaginaba que acabaría encarnando al personaje principal del Vía Crucis viviente que se desarrolla en la capital del concejo cada Jueves Santo. Pero ocurrió. El vecino de Illano que solía hacer de Cristo en esta fiesta de Interés Turístico Regional renunció al papel por dificultades laborales, así que el Ayuntamiento buscó un sustituto. Y este herrero de Jerez de la Frontera recién llegado al concejo para hacerse cargo de la ferrerría de Santa Eufemia encajaba como anillo al dedo. "Dije que sí porque hay que colaborar con el pueblo, es parte de la integración", señala. Y ayer cumplió con su papel en esta recreación de la Pasión según San Marcos que cada año atrae a más visitantes.

El jerezano Eduardo Aguilar en su papel de Cristo.

El jerezano Eduardo Aguilar en su papel de Cristo. / T. Cascudo

"Es una experiencia bonita y no es algo difícil, pero también es mucha responsabilidad", cuenta Aguilar, de 37 años. Y es que el Cristo juega un papel protagonista en la recreación que con tanto esmero preparan los vecinos y es centro de todas las miradas. El herrero andaluz no tenía experiencia previa en el mundo teatral, más allá de alguna representación en su época escolar, pero ha afrontado el reto con ilusión y ganas. Ha tenido que memorizar alrededor de una docena de frases y seguir con atención los ensayos previos al gran día. "Para no tener experiencia se defiende bien", señala el alcalde, Abel Lastra, tras presenciar los primeros ensayos.

Lastra está encantado con la implicación de los habitantes de Villanueva y de concejos vecinos con esta cita tan especial que se desarrolla desde hace más de dos décadas en el entorno del monasterio de Santa María. En esta edición han participado en torno a cien personas y se ha estrenado con éxito la pantalla gigante que permite retransmitir en directo todo el Vía Crucis y evitar que todos los visitantes tengan que seguir la trama por el interior del monasterio. La pantalla se colocó en la huerta del monasterio para facilitar el seguimiento por el mayor número de personas.

Final del vía crucis.

Final del vía crucis. / T. Cascudo

"La gente está súper implicada", señala Eduardo Aguilar, que está satisfecho con aportar su granito de arena a esta celebración tan especial y que es única en el Occidente. Al esplendor del Vía Crucis también contribuyen los dos grupos de recreación histórica que se desplazan cada año desde Lugo: La Guardia Pretoriana y Percussio Praetoria. Al frente del primero está Iván Rouco, que suma ya muchos años de participación en la cita de los Oscos, un sitio "magnífico". Cuenta Rouco que el anterior Alcalde, José Antonio González Braña, les propuso participar hace unos ocho años y se animaron "sin tener ni idea de dónde estaban". Ahora, el Jueves Santo está marcado en rojo en el calendario de estas agrupaciones.

"Nos impactó mucho que un pueblo tan tan pequeño se involucrara tanto y con tanta ilusión en algo así, además nos ofrecen todo lo que tienen", señala Rouco. El colectivo desplazó ayer hasta los Oscos a nada menos que 32 personas y ya no hace falta explicar a donde van porque están enganchados a este evento de Villanueva. "La gente tiene mucha ilusión siempre por ir", añade Rouco, al tiempo que expone el increíble cambio que ha dado el monasterio desde que lo conocieron por primera vez. Y es que, en los primeros años, estaba intransitable y la trama se desarrollaba por los alrededores y ahora cada año tiene más peso en la recreación. Otro cambio en estos años ha sido el vestuario y la caracterización. En 2019 se encargaron trajes nuevos a la empresa Vezos y Costumes, que desde entonces colabora con la caracterización de los personajes.

Detalle de la pantalla gigante instalada en la huerta del monasterio.

Detalle de la pantalla gigante instalada en la huerta del monasterio. / T. Cascudo

En el Vía Crucis juega también un papel importante el sonido, ya que cuentan con un cuarteto de cuerda que toca en directo y la imponente voz del cronista oficial de los Oscos, José Antonio Álvarez Castrillón, que narra las últimas horas de vida de Cristo ante los cientos de personas que se congregan en la pequeña Villanueva. Un año más la cita no defraudó.