Valdés contará con una cofradía dedicada a la rapa y la alfilada: "Hay mucha gente interesada en inscribirse", dicen sus promotores

La rapa o torta de maíz y el pan dulce conocido como la alfilada son dos productos de gran arraigo, de los que nunca faltan en la tradición festiva de Valdés. Dos elaboraciones tradicionales típicas de las mesas del concejo que en un futuro cercano tendrán una cofradía para su reconocimiento y divulgación gastronómica. Así se fraguó este domingo en el segundo encuentro "Entrepueblos" celebrado en Cadavedo.

"Dimos a conocer que se está fundando la cofradía para que se apunte la gente, hay una propuesta de estatutos y se va a convocar una asamblea. Muchísimos vecinos ya nos avisaron de que se van a inscribir, por lo que parece que la cosa cuaja bien. Además, tendremos el apoyo de todas las cofradías de la región, que nos van a ayudar. Así que la cosa va para adelante", señala José Manuel Fernández Pérez, de la Sociedad Popular La Regalina.

El encuentro, en el que hubo muchísima gente y ayudó a quitar algo el pesar que tienen los vecinos de la zona tras los incendios sufridos en las últimas semanas, fue organizado por la Federación Asturiana de Cofradías Enogastronómicas. Participaron dieciséis agrupaciones, animando el ambiente en la localidad valdesana. "Ha ido todo genial, fue un acto muy entrañable", destacó Fernández, quien ofreció un pregón de agradecimiento y bienvenida a los cofrades. Él es el pregonero de La Regalina.

Así, en el desarrollo de la cita gastronómica, se pusieron las bases para constituir una cofradía en torno a estos dos productos típicos del concejo. "La rapa o torta de maíz es un alimento que se hace con harina de maíz, con lo que queda de la boroña en la masera que llega para un pan, lo que queda lo raspan, de ahí el nombre. Luego se pone encima de una berza con un poco de cebolla y tocino y, en las casas más pudientes, con chorizo también, y al forno", explica Fernández, amante y defensor de las viandas tradicionales de la zona.

Por su parte, la alfilada es un bollo dulce trenzado. "Se usan para los ramos de afiladas de La Regalina, es un pan dulce de la zona a base de harina y anís, que es más típico de Semana Santa porque es la bolla que dan los padrinos a los ahijados", detalla Fernández.

Dos viandas tradicionales que este domingo degustaron los cientos de personas que acudieron a Cadavedo, donde también pudieron dar cuenta de los productos que llevan por gala las dieciséis cofradías enograstronómicas de Asturias que asistieron al evento, mimado con una espléndida jornada de sol.

Acudieron la Asociación Cultural y Gastronómica La Pegarata de Pola de Laviana, la Buena Cofradía de los Siceratores de Nava, la Orden del Sabadiego de Noreña, el Círculo Gastronómico de los Quesos del Principado de Asturias de Oviedo, la Cofradía Amigos de les Fabes de Villaviciosa, la Cofradía Amigos de los Nabos de La Foz de Morcín, la Cofradía Amigos de los Quesos del Principado de Asturias de Oviedo, la Cofradía Buena Mesa de la Mar de Salinas (Castrillón) y la Cofradía del Arroz con Leche de Cabranes.

También la Cofradía del Colesterol Bueno de Avilés, la Cofradía del Quesu Gamonéu de Cangas de Onís, Doña Gotrondo de Oviedo, el Desarme de Oviedo, la Cofradía del Torto de Maíz de Oviedo, la Cofradía del Vino del Principado de Asturias, la Cofradía del Vino de Cangas, de Cangas del Narcea, y la del Oriciu de Gijón.

Todas ellas ayudarán a aupar la rapa y la alfilada, dos recetas metidas en el ADN de los valdesanos. Por ello, van a trabajar para fundar una cofradía que honre estos manjares de la mesa del Occidente. Todo para que no se pierdan las recetas tradicionales y poder así promocionar y dar a conocer estas dos delicias de la cocina de Valdés.