Emocionante "bautismo de vuelo"

Veinte alumnos del instituto de Vegadeo suben por primera vez en avión y visitan Sevilla: "Fue impactante y divertido"

D. Álvarez

Muy emocionados vivieron su “bautismo de vuelo” los 20 alumnos del Instituto de Educación Secundaria Elisa y Luis Villamil de Vegadeo, 18 de primero de ESO y dos de segundo. Ayer por primera vez subieron a un avión que les llevó a Sevilla, donde pudieron pasar la tarde conociendo algunos de los enclaves más representativos de la ciudad, para ya entrada la noche regresar a Asturias. Lo hicieron en un vuelo regular de la compañía Volotea, que lleva varias ediciones colaborando con el proyecto educativo “Foro, comunicación y escuela” y que ha hecho posible esta experiencia.

“No sabía muy bien qué esperar del primer vuelo, pero lo pasé muy bien y me gustaría repetirlo”, aseguró Álex Acevedo, de Vegadeo, al pisar la capital andaluza. Eso sí, reconocía que el despegue le dio “impresión”. Y “me pitaban los oídos”, se quejó. No obstante, comparaba el resto del vuelo “como ir en coche” aunque con una gran diferencia: “Las vistas son increíbles, todo se ve enano”.

El vuelo salió de Asturias en hora y durante el despegue se registraron unas pequeñas turbulencias. Algo que no arredró a los escolares. “Cómo no habían subido nunca en avión no sabían si formaba parte de algo normal, así que no se asustaron”, explicó la jefa de estudios del centro, Eva Pérez, que les acompañó en el viaje. Cuenta que los jóvenes disfrutaron mucho de la experiencia y que como es habitual, a la llegada al aeropuerto les surgieron muchas dudas de si podrían pasar el control de seguridad con agua o si deberían descalzarse.

“Impactante y divertida”. Así resumió su experiencia en el avión Cristina Artime, de Castropol. “El despegue con las turbulencias fue muy impactante”, confesó la alumna, sorprendida de haber podido ver "las nubes desde arriba” y la llegada a Sevilla porque “desde el avión se veían todas las casas con piscina”. “Ir en avión fue muy divertido y tenía muchas ganas de conocer Sevilla porque hay amigos y familiares que me hablaron mucho de la ciudad y siempre dicen que es un lugar muy especial”.

Ayer Cristina tuvo la oportunidad de conocer rápidamente algunos de los puntos más famosos de la capital hispalense. Tan solo disponían de unas horas para hacerlo, ya que la llegada a la ciudad fue sobre las cuatro y media de la tarde y el avión de regreso a Asturias despegaba a las nueve y media de la noche. Aun así, tuvieron tiempo de visitar la Catedral y la Giralda y uno de los barrios más populares: el de Santa Cruz.

A Saúl Villamil, de Vegadeo, también le gustó su primer vuelo, a pesar de que en el despegue se mareó y se le taponaron los oídos. “No fue muy largo y me impresionó sobrevolar las nubes y también lo caro que es todo en el avión”, apuntó.

Los alumnos, que fueron recibidos en el aeropuerto por su director, Pedro Cotilla, disfrutaron de un embarque preferente y pudieron visitar la cabina del avión. No realizaron un recorrido por las instalaciones del aeropuerto porque es algo que pudieron hacer en el curso anterior, cuando desde el “Foro, comunicación y escuela” se organizaron dos actividades en la instalación aeroportuaria para conocer su funcionamiento. Además, de una conferencia del director del Aeropuerto de Asturias y el jefe de sección de Servicios Aeroportuarios, José Antonio Leiva, sobre el funcionamiento de estas instalaciones, que se impartió en mayo.

La iniciativa “Conoce un monumento de España, volando”, surgida en el marco del programa educativo “Foro, comunicación y escuela”, busca posibilitar que el alumnado del medio rural de la comarca Oscos-Eo pueda disfrutar de su primera experiencia de vuelo y tener “un contacto directo con el mundo de la aviación”. Además de volar, el proyecto se complementa con la posibilidad de visitar y conocer un monumento en la ciudad de destino.