Tapia celebra la fiesta del Carmen a ritmo de gaita desde hace 397 años

"Como integrante de la banda Marino Tapiega fue uno de los datos que más me prestó", dice el investigador Juan Allonca que acaba de recopilar la historia de la Cofradía dedicada a la patrona de los marineros

Juan Allonca en el depósito del Archivo Diocesano de Oviedo con el libro de cuentas de la Cofradía del Carmen.

Juan Allonca en el depósito del Archivo Diocesano de Oviedo con el libro de cuentas de la Cofradía del Carmen.

La primera referencia documentada sobre la existencia de un gaitero animando la fiesta del Carmen de Tapia se remonta al año 1626, es decir, que la capital tapiega lleva nada menos que 397 años celebrando a la patrona de los marineros a ritmo de gaita. El dato figura en el libro de fábrica de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen cuya historia completa ha sido abordada por el investigador y genealogista Juan Allonca. Este viernes dará una conferencia en el auditorio tapiego que cerrará los actos de la asociación Amigos de la Historia de Tapia en torno al IV Centenario del Carmen, conmemorado este 2023.

"Como integrante de la banda de gaitas Marino Tapiega, que sigue tocando en la procesión, fue uno de los datos que más me prestó encontrar", cuenta Allonca, que se pasó un año buceando en diferentes archivos para rastrear la historia de esta cofradía, la segunda más antigua dedicada al Carmen de la que se conserva documentación en el Archivo Histórico Diocesano (AHD). Los papeles sobre esta entidad se remontan a 1622 y solo la supera en antigüedad la de San Martín del Valledor, en Allande, cuya cofradía del Carmen está acreditada documentalmente desde 1621.

Cuenta Allonca, estudiante del Grado de Historia, que fue el hoy Alcalde de Tapia, Pedro Fernández, quien le planteó en septiembre de 2022, cuando presidía Amigos de la Historia de Tapia, indagar en la historia de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. Aprovechando que Allonca es voluntario en el AHD tuvo acceso a la documentación esencial de la entidad como es el caso del libro de fábrica, que se guarda en este archivo ovetense. Allí está el acta fundacional de la entidad fechada el 11 de noviembre de 1622. "Revisé unos mil folios de documentos de entre principios del siglo XVII y el siglo XX", cuenta este joven natural de Pesoz y afincado en Tapia.

Otro dato curioso es que la Cofradía, cuyo funcionamiento se prolongó hasta 1951, no está extinta a día de hoy. "Debemos entender que si bien no existe de facto, en tanto que no posee libros de registro, ni junta directiva alguna, ni está en uso; sigue existiendo 'de iure' en tanto no se haya realizado un ejercicio jurídico canónico al efecto para extinguirla definitivamente", apunta Allonca.

La banda de gaitas de Tapia acompañando a la virgen en una edición pasada de la procesión.

La banda de gaitas de Tapia acompañando a la virgen en una edición pasada de la procesión. / LNE

La Cofradía se fundó con idea de agrupar a los devotos del Carmen y se sabe que organizaba misas semanales y también las fiestas en honor a la patrona de los marineros, cuyo día grande es el 16 de julio. "Algunas costumbres que se hacen hoy se remontan a hace cuatrocientos años. Viendo el libro de cuentas vemos que uno de los gastos anuales era el del gaitero y también el uso de flores en la procesión. No parece que se hicieran alfombras como en la actualidad, pero se hace alusión a la compra de ramos para adornar las iglesias y el paso de la procesión", añade el investigador, quien también da cuenta de que la entidad sufrió varias refundaciones a lo largo de su historia.

Allonca en el Archivo Diocesano.

Allonca en el Archivo Diocesano. / R. T. C.

Allonca también analiza los ingresos de la citada cofradía, que proceden de limosnas de las misas, de la aportación de los cofrades y de actividades como la apicultura o la ganadería. Esto es, la Cofradía tenía colmenas, vacas y becerros en propiedad que le generaban beneficios anuales. Entre los bienes de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, hoy desaparecidos, figura un pendón de damasco blanco de 1630 o una capa para el párroco adquirida en 1650 en Valladolid.

Del estudio de Allonca se sabe también que la Cofradía recibió bienes como la herencia de Toribio Calvo de Lamadrid, que fue párroco de San Esteban. Dejó fincas, una hacienda y una casa en el puerto sin que se sepa qué paso con esas propiedades. De hecho, en un estudio de 1770 se cita que la Cofradía "no tiene más fondos que las voluntades y limosnas de los devotos".

Para realizar este trabajo, el primero que se publica sobre la Cofradía del Carmen tapiega, Allonca también buceó en el Archivo Histórico Municipal de Vegadeo, en el Archivo Histórico de Asturias y en el Archivo Histórico Nacional.