Un grupo de jóvenes canguesas logra crear el primer equipo federado de fútbol en el Narcea

Las jugadoras tienen entre 14 y 16 años y la mayoría carecen de experiencia previa: “Si nos dicen hace tiempo que estaríamos jugando en la liga no nos lo creeríamos”

Por la izquierda, de pie, José Luis Bueno, Genma, Tayra, Mar, Daniela, Silvia, Alba, Xana, Marina, Cristina, Nerea y Ambrosio Martínez. Delante, Aitana, Irene, Ángela, Sonsoles, Cristina, Inés, Iraya, Miriam y Hillary, en el campo del Narcea.

Por la izquierda, de pie, José Luis Bueno, Genma, Tayra, Mar, Daniela, Silvia, Alba, Xana, Marina, Cristina, Nerea y Ambrosio Martínez. Delante, Aitana, Irene, Ángela, Sonsoles, Cristina, Inés, Iraya, Miriam y Hillary, en el campo del Narcea. / D. Álvarez

Un grupo de canguesas de entre 14 y 16 años están marcando un hito en la historia de la Sociedad Deportiva Narcea y del fútbol en Cangas del Narcea al conseguir crear el primer equipo federado femenino. Aunque a lo largo de los años hubo intentos para formar equipos de chicas, estos nunca llegaron a materializarse de forma oficial ni a jugar en la liga.

El Narcea femenino se estrenó esta temporada en la competición, pero el año pasado ya empezó a dar sus primeros pasos con entrenamientos intensivos y participación en torneos. Unos inicios que reconocen que no fueron sencillos, ya que muchas de ellas saltaban al campo por primera vez, pero de los que se sienten orgullosas por los avances que están realizando, entre ellos, comenzar a ganar partidos de liga.  

El impulso para la creación del grupo llegó de la insistencia de Aitana Barrera y Daniela Alba. A ambas les gustaba el fútbol y habían empezado a entrenar, pero en su mente estaba la idea de crear un equipo femenino y comenzaron a buscar en el instituto de Cangas del Narcea a compañeras que quisieran sumarse al proyecto. Lograron hacer un primer grupo del que se fueron desapuntando muchas, pero a la vez sumaban nuevos rostros hasta conseguir 21 jugadoras con ficha en la Federación de fútbol y dos más sin ella.

Entre los fichajes sumaron a jugadoras con experiencia en el campo de juego, pero también lograron convencer a otras que ni siquiera se planteaban jugar al fútbol y convertirlas en unas enamoradas del deporte rey en España.  

Parte de las jugadoras en un momento del entrenamiento.

Parte de las jugadoras en un momento del entrenamiento. / D. Álvarez

Inés Bueno, Ángela Fernández y Silvia Pérez son algunas de las jugadoras que habían empezado en el Narcea desde que eran muy niñas, formando equipos mixtos con los niños. “A mí me gustó siempre el fútbol y jugando con los chicos no tuve ningún problema, llevaba toda la vida con ellos y fue duro el cambio cuando decidí apostar por el equipo femenino, pero ahora veo que nosotras nos entendemos mejor, todo es más fácil y somos amigas”, señala Inés Bueno. Silvia Pérez había dejado el Narcea a los 12 años, llevando vinculada al fútbol desde los cinco. Pero con la creación del equipo decidió volver a jugar con 14 años “para apoyar al fútbol femenino”, subraya.

Pero en el grupo son mayoría las que partían de cero en este deporte. Es el caso de Iraya Llano, quien se apuntó al proyecto porque buscaba realizar un deporte en equipo, lo hizo por probar y le encantó poder compartir con las demás. “Empezó siendo un juego, pero ahora es algo más, ahora estamos en la liga”, recalca.

De broma comenzó esta andadura Sonsoles Menéndez. Ella junto con otras jugadoras solían acudir al campo como espectadoras y fue allí cuando sus actuales compañeras las animaron a saltar la barrera que separa las gradas del campo: “Si nos dicen hace tiempo que estaríamos jugando en la liga no nos lo creeríamos”.

Pero el camino no fue sencillo. Sin experiencia previa, les tocó enfrentarse a equipos de mujeres de más edad y con más bagaje. A eso se sumaba que muchas veces se encontraron que, por parte de sus compañeros, en lugar de apoyo, había risas y comentarios machistas. “Venían al campo a reírse de nosotras y a llamarnos paquetes, pero es que estamos empezando y para muchas es la primera vez que jugamos al fútbol, igual que cuando ellos empezaron”, describen.

No obstante, pronto el esfuerzo empezó a dar resultados y a principios de noviembre ganaron su primer partido oficial metiendo siete goles y encajando solo dos. Un trabajo en el que reconocen la implicación de sus entrenadores Ambrosio Martínez y José Luis Bueno que “están muy pendientes de nosotras para que mejoremos, aconsejándonos para ayudarnos porque saben que estamos empezando”.

Sus inicios en el fútbol coinciden que se dieron en un momento histórico para el balompié femenino, al conseguir proclamarse campeonas del mundo la Selección Española. Un hecho que aseguran que supuso un “gran empuje para nuestro equipo”. “Verlas ganar nos anima a seguir jugando y te hace ver que con esfuerzo, trabajo y ganas podemos llegar a donde nos propongamos y que tenemos que hacer oídos sordos a todas las críticas”, expone Aitana Barrera.

Para ellas, el mayor éxito es que su esfuerzo para crear el equipo perdure en un futuro, que más jugadoras se sigan sumando para continuar con el camino que han iniciado y saben que tienen cantera, porque en las categorías inferiores del Narcea ya hay muchas niñas entrenando y compitiendo. “Estamos muy orgullosas de haber dado este paso y esperamos que el equipo siga adelante cuando nosotras dejemos de jugar porque es historia”, concluyen.