Conoce la sorprendente historia de "Bull", el músico cangués que logró triunfar en Texas cantando rock

"He cumplido mi sueño, algo que muy pocos músicos de habla hispana han conseguido", señala el rockero que ha vuelto a Cangas para rodar un documental sobre su vida

El cangués durante uno de sus conciertos en Texas.

El cangués durante uno de sus conciertos en Texas. / R. D. Á.

El rockero cangués Diego “Bull” Avello está viviendo su sueño americano. En octubre cumplirá una década afincado en Austin (Texas, Estados Unidos) y su entrega incondicional a la música le ha llevado a hacerse un hueco con “Bull y los búfalos” en el panorama musical dentro de la cuna del rock and roll. Pero el viaje para llegar a vivir de su música no fue sencillo y en su ciudad de acogida ha llamado tanto la atención que le han animado a realizar un documental contando su periplo de Cangas del Narcea a Austin, pasando primero por Oviedo, Madrid, Los Ángeles y México. Este proyecto le ha hecho volver a su tierra natal, después de seis años sin poder hacerlo, donde se ha podido reencontrar con el joven que soñaba con ser músico escuchando a Little Richard, Jerry Lee Lewis o Elvis Presley.

“El documental surgió porque conocí a una persona, Raymond McGlamery, que me dijo que tenía una historia muy intensa y única, una persona de un pueblo de las montañas de Asturias que acaba tocando rock and roll en inglés en Estados Unidos, la historia interesó al locutor de radio L.A. Lloyd y a la productora Penny Rock Productions”, explica Diego “Bull” Avello, durante un descanso de la grabación del documental.

Budro Partida, director del documental, Diego "Bull" Avello y L. A. Lloyd, durante la grabación del documental.

Budro Partida, director del documental, Diego "Bull" Avello y L. A. Lloyd, durante la grabación del documental. / D. Álvarez

De este modo, volvió Cangas del Narcea para recordar a ese adolescente al que le atrapó el rock and roll y que llegó a vender bollos de chorizo puerta a puerta para poder comprar instrumentos junto a los amigos con los que en ese momento formaron la banda “Dalton Rockers”. Unos instrumentos que aprendieron a tocar de forma autodidacta, escuchando sin parar los vinilos de rock and roll de los años cincuenta que podían ir comprándose.

Distintos trabajos y siempre la música presente acompañaron a Diego Avello en su traslado a vivir a Oviedo y luego a Madrid, donde creó la banda “Bull y los búfalos”, nombre que mantuvo el resto de su carrera. Tras más de una década en la capital española sin poder vivir exclusivamente de lo que realmente quería, decidió dejarlo todo atrás para cumplir con su sueño y viajó a Los Ángeles (EE.UU.). Estuvo tres meses y le recomendaron hacer carrera en México primero para poder abrirse camino en Estados Unidos y así lo hizo.

En México logró dar numerosos conciertos, entre ellos participó en los festivales “biker” más grandes de América Latina, y tener presencia en los medios de comunicación lo que le ayudó a conseguir el visado de habilidades extraordinarias en el arte de la música para poder afincarse en Estados Unidos, donde escogió Austin (Texas) por ser la capital del mundo de la música en directo.

Cartel del documental.

Cartel del documental. / Reproducción de D. Á.

“Me acogieron muy bien, al principio un poco extrañados porque es como si alguien de Polonia llega a Sevilla a hacer flamenco y con mi acento me pusieron la etiqueta de banda latina, pero mi sonido siempre fue rock and roll americano con cantante español”, rememora Bull. No obstante, logró abrirse paso y hacerse un hueco en el rock anglosajón “algo que muy pocos músicos de habla hispana han conseguido”, remarca.

Cuenta que fue una etapa muy dura, de trabajo intenso y con la incertidumbre de cada tres años enfrentarse a la renovación de su visado. Pero tanto esfuerzo comenzó a dar sus frutos en 2019, cuando vivió el que reconoce como su mejor año en la música. “Bull y los búfalos” fue elegida la mejor banda de rock en Texas por la revista “MXD Magazine” y lograron que tres de sus canciones formaran parte de la banda sonora la serie “Mayans MC”. Pero llegó la pandemia de covid-19 y todo se paralizó.

“Lo perdí todo, mi visa solo me permitía trabajar en la música y al ser emigrante no podía acceder a las ayudas por desempleo, así que no podía permitirme una vivienda y decidí irme a vivir al bosque de acampada”, relata. Una experiencia que duró un año y confiesa que resultó ser “una de la mejores de mi vida”. Durante ese tiempo aprovechó para escribir mucha música y con una grabadora de pilas comenzó a registrarla.

“Le mandé todo el material a Verdi, el primer guitarrista del grupo, que estaba en Asturias y compusimos un disco entero así, “Fury” (Furia)”, revive. Un trabajo que no pasó desapercibido y le hizo resurgir con fuerza del parón de la pandemia, puesto que el disco llamó la atención de la compañía Paramour Records con quien firmó un contrato discográfico, vigente a día de hoy.

El cangués durante el rodaje de su documental.

El cangués durante el rodaje de su documental. / Demelsa Álvarez

“Empezamos a hacer tours más grandes y por todo el país”, resume. Entre ellos, menciona con especial satisfacción el haber salido de gira con Ace Frehley, guitarrista original de la famosa banda de Rock Kiss, y con la banda 38 Special, también actuó en el medio tiempo de un partido de la NBA de los San Antonio Spurs, formó parte del festival independiente más grande del mundo “SXSW” y tocó en la famosa sala de conciertos de Los Angeles "Whisky a Go Go". Su próxima actuación será en marzo, cuando la banda tocará en el segundo festival de motos más grande del mundo “Daytona bike week”, en Florida.

“Puedo decir que he cumplido mi sueño, que era vivir y tocar rock and roll en Estados Unidos, para mucha gente el éxito es ser millonario o famoso, pero ese no era mi objetivo, lo que siempre perseguí fue poder disfrutar y vivir del rock and roll y poder ayudar a los demás con la música que hago y lo he conseguido”, concluye. Además, también puede celebrar que recientemente ha obtenido la tarjeta de residencia permanente de Estados Unidos, conocida popularmente como “Green Card”.